Tras la visita de funcionarios de alto nivel de Estados Unidos, México debe ir con cautela y no suponer que ha llegado a su fin la política de tolerancia cero de Donald Trump, coincidieron senadores.

Dolores Padierna, del bloque PT-Morena, calificó de positivo el encuentro entre los enviados de la Casa Blanca y el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pues éste logró marcar una diferencia en el trato bilateral.

Explicó que Estados Unidos se ha caracterizado por un comportamiento prepotente y sobrado hacia nuestro país, pero tras el encuentro del líder de Morena con los secretarios de Estado, Mike Pompeo, y del Tesoro, Steven Mnuchin, y de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, así como el yerno del presidente Trump y asesor de la Casa Blanca, Jared Kushner, se fijó el tipo de relación que se desea.

El hecho de que haya sido Andrés Manuel López Obrador y no Trump el que acordara un plan de entendimiento es trascendente, apuntó Padierna, e insistió en que el ganador de las elecciones presidenciales logró una relación de respeto a nuestra soberanía.

Asimismo, opinó que luego de las reuniones de la delegación estadunidense con el presidente Enrique Peña Nieto, el canciller Luis Videgaray y López Obrador, las administraciones saliente y entrante de México enviaron un mensaje de unidad para sacar adelante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, Padierna advirtió que Trump es un presidente impredecible, por lo que se requiere actuar con cautela. Agregó que México deberá relacionarse con respeto, más no con sometimiento.

Descartó que nuestro país se convierta en la patrulla fronteriza de Estados Unidos y sea la nación que resuelva los problemas de solicitudes de refugio que presenta el país vecino.

Consultada por separado, la senadora perredista Angélica de la Peña señaló que es necesario observar que la visita de los funcionarios de Estados Unidos se dio en un contexto muy diplomático y su intención fue medir el ambiente del país después de la elección.

Por lo anterior, dijo la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado, es necesario esperar el curso que siga la relación tras las elecciones intermedias del país vecino y luego de la toma de posesión de la nueva administración mexicana.

No debemos pecar de ingenuidad y dar por hecho que la política de tolerancia cero cambiará, advirtió De la Peña, quien consideró que el tema migratorio no fue abordado como se esperaría y no prevé que la administración Trump ofrezca mejor trato a los indocumentados.

México debe mantener una actitud de dignidad para atender los problemas derivados de las políticas antinmigrantes, sugirió De la Peña, quien el mes pasado integró una delegación de legisladores que llevó a Washington la condena del Estado mexicano a la política de separación de familias en la frontera norte del país.

El priísta Jesús Casillas Romero, quien también formó parte de ese grupo, añadió que la visita de trabajo estadunidense fue de cortesía y en ella se logró trazar temas de interés.

El senador Ernesto Ruffo, del PAN, explicó que la gira de trabajo sirvió para acomodar el paradigma de la relación entre el presidente Enrique Peña Nieto, López Obrador y la administración de Estados Unidos. Es claro que hay un cambio en las formas de ver la relación desde ambos lados, y esto va a estar produciendo coyunturas que falta mucho para que logren llegar a políticas aceptadas por ambas partes, sostuvo.