Transparencia en la UAZ: salir de la caverna
n reglamento sobre transparencia debe ser transparente? ¿No es paradójico que un cuerpo normativo que pretende impulsar la participación de todos a través de su vigilancia y testimonio se haga en la oscuridad y nadie lo conozca? Y al final, se apruebe por la junta de directores sin el previo conocimiento de la comunidad universitaria y sin deliberación.
Las universidades nacieron, desde el siglo XII, con el carácter de comunidades y como centros del conocimiento fundados en el uso de la razón, por lo que los temas eran necesariamente objeto de la deliberación. En varias instiuciones estatales ha caído la mancha de la corrupción que afecta a toda la institución. Y la cura es la vida transparente de todos sus procesos.
Por parte de la UAZ no ha habido la iniciativa de transparentar sus procesos y debatir públicamente sus problemas. En este momento (casi) se cumple un año que se prometió la puesta en marcha de un sistema universitario anticorrupción y sigue en la nada. Dos años de administración y no se ha cumplido eso que se le exigía al rector anterior: transparencia.
Actores institucionales afirman que de pronto saldrá la propuesta de un reglamento para atender los malos manejos y se aprobará sin haberse discutido por la comunidad universitaria. Sin conocimiento y argumentación pública: sin deliberación abierta. Con estas formas de gestionar las decisiones, se asfixia poco a poco el alma de la universidad.
Los universitarios quieren que una comisión autónoma y con juicios objetivos informe a la comunidad qué ocurrió en la Unidad Académica de Contaduría y Administración con los proyectos que fueron señalados en la estafa maestra. Es nota nacional que 219 millones de pesos están señalados en dicho fraude. Ninguna autoridad ha querido abrir el caso al interior de la UAZ.
No han entendido que en la vida pública nacional el PRI se derrumbó justo por este tipo de conductas que generaron hartazgo a los ciudadanos. Las decisiones deben salir de la caverna.