Domingo 15 de julio de 2018, p. 3
Moscú
En el Mundial de Rusia hubo sorpresas, emociones y dramatismo incluso un día antes de la inauguración, cuando España destituyó a su técnico. Y la tendencia se mantuvo hasta el último momento, con Francia tratando de impedir que Croacia se inscriba en el exclusivo club de países que han sido campeones del orbe.
Abundaron las sorpresas que estremecieron el orden establecido en el futbol, como la debacle de Alemania. Partidos tan malos, como ver a Arabia Saudita, aplastada 5-0 en el primer duelo ante Rusia, que difícilmente reforzaron los argumentos para ampliar el número de participantes en un Mundial.
Fue posible apreciar instantes como el tiro libre combado que ejecutó el portugués Cristiano Ronaldo para completar su triplete frente a España. Al argentino Lionel Messi paseando cabizbajo su tristeza y frustración, y al brasileño Neymar dramatizando sobre el césped.
Existieron los momentos empáticos, incluido el que protagonizó el seleccionador inglés, quien sabe lo que significa errar un penal y decepcionar a un país. Gareth Southgate consoló al colombiano Mateus Uribe, quien no paraba de llorar tras estrellar su disparo en el travesaño en la tanda de penales.
Y proliferaron los memes que provocaron risa durante este espectáculo consumido por el mundo, que no sólo ratificó su mágico poder para unir a familias, amigos, extraños y naciones enteras frente al televisor, sino que dominó también la vida en Internet.
La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) afirma que el Mundial fue visto mil millones de veces en plataformas digitales durante estas semanas en que el balompié fue el único deporte interesante (lo sentimos, Wimbledon y Tour de Francia).
La vigésimo primera Copa del Mundo ha sido fantástica, difícilmente podrá ser superada por la de 2026, y quizá tampoco en Catar 2022. Puede ser que ambas ediciones sean afectadas por la incorporación de otros 16 equipos.
La expansión, desde luego, es maravillosa para los países que nunca han tenido la oportunidad de contar con una selección en el Mundial, pero nadie debe permitir que la FIFA lo engañe al decirle que diluir la calidad es positivo para algo que no sean los negocios.
Con 80 partidos en vez de 64, la FIFA pronostica el equivalente de mil millones de dólares adicionales en ingresos a partir de contratos con la televisión y patrocinadores, sin contar la venta de boletos para los encuentros.
Pero habrá palizas más vergonzantes y frecuentes, como la que Inglaterra le propinó por 6-1 a Panamá. Habrá más equipos que se encierren en su propia mitad de la cancha, en busca de resistir el ataque de planteles muy superiores.
En general, se redujeron las distancias entre las selecciones fuertes y las débiles. Perú, que no había disputado un Mundial en 36 años, estuvo cerca de conseguir algo más que la derrota por 1-0 ante Francia, con gol de Kylian Mbappé, la sensación de 19 años que obtuvo lustre en Rusia, donde lo perdieron Cristiano y Messi.