Sábado 14 de julio de 2018, p. a10
La esperanza viaja de polizón sobre el lomo de un tren carguero. También la desgracia, el hambre y la muerte. Dos personas se tocan brevemente, montaje teatral escrito y dirigido por Martín Acosta, difunde el testimonio a varias voces del fenómeno migratorio que cruza a bordo de La Bestia sobre las vías rumbo a Estados Unidos.
La bondad humana, en medio de la crueldad y la atribulación, se pone en tela de juicio en esta obra de la compañía TransLímite (alternativa-escénica), con funciones en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.
El ‘‘falso documental sobre documentales verdaderos” permite escuchar a centroamericanos en su viaje por México a bordo de La Bestia. También a Las Patronas, mujeres voluntarias que les dan alimentos en los apresurados minutos que cruzan su pueblo en Veracruz y las historias personales de migración.
Un pequeño roce de manos
Cada día, Las Patronas esperan junto a las vías, desde temprano se juntan para preparar arroz y frijoles, lo poco que pueden compartir y que repartirán cuando por veloces instantes marche el tren con su carga humana aferrada a los vagones.
‘‘Él va a unos 40 kilómetros por hora. Ella está esperándolo para darle una bolsa con comida o unas botellas con agua. Durante unos instantes es muy probable que se produzca un pequeño roce entre sus manos”, se narra sobre este contacto que podría cambiar el curso de la historia. También la vida de una persona, que viaja con miedo, sin dinero, con frío y probablemente sin comer en varios días.
Las patronas, originarias de Amatlán de los Reyes, Veracruz, comenzaron su labor en 1995, primero fue Leonila Vázquez y su hija Norma. Al mirar a esos puñados de persons que pasaban anunciados por el silbar del tren se preguntaban quiénes eran, de dónde venían. Supieron que eran migrantes, huían desde muy lejos. ‘‘Míralos, creo no han comido”, decidieron hacer algo. Tomaron dos kilos de arroz de su mandado para hacer lonches que brindarles. Su labor ha sido agradecida, pero también vista con recelo por la comunidad.
Siete actores montan bancos de madera para transformarse en estos personajes de la vida real, sea un latinoamericano, una mujer veracruzana, en una fábula de Bertolt Brecht y en ellos mismos, para abrir su propia historia migratoria, ya sea geográfica, de preferencia sexual o el color de cabello. Al final, todos vivimos en tránsito.
Todavía hay gente buena en el camino, en un mundo que ha perdido el miedo en los dioses y vive frío al contacto con su semejante. ‘‘No estás solo, estás con nosotras”, dicen Las Patronas desde su cocina, en el humilde albergue o corriendo junto a los rieles.
Las funciones de Dos personas que se tocan brevemente son miércoles, jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas en el Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional). La temporada concluirá el 5 de agosto.