Las mujeres carecen de igualdad de oportunidades para acceder a trabajos ofrecidos en el exterior, principalmente en Estados Unidos y Canadá, y enfrentan discriminación por razones de género durante los procesos de reclutamiento en México, denunciaron organizaciones que trabajan el tema migratorio.

En un informe que elaboraron señalan que las agencias reclutadoras y agentes independientes niegan el acceso a las visas de trabajo, les dirigen ofertas para empleos más precarios o les colocan obligadamente en trabajos que, por estereotipos, consideran propios de su sexo.

Durante el año 2015, 20 mil 791 personas mexicanas fueron colocadas por el Servicio Nacional de Empleo para trabajar en Canadá bajo el contexto del Programa de Trabajadores Agrícolas México-Canadá, de las cuales 708 fueron mujeres, lo que representa 3.5 por ciento de este contingente.

A pesar de la responsabilidad del gobierno de México de vigilar que las agencias y sus agentes cumplan con las disposiciones que regulan el servicio de selección, contratación y colocación de trabajadores en el exterior, no han realizado acciones concretas para evitar los abusos, exponen.

El Instituto para las Mujeres en la Migración, el Colectivo Migraciones para las Américas, Mujer Salud y Migración y Cátedra Unesco de Derechos Humanos, en su informe sobre mujeres en la migración y sus hijos, que presentaron al comité de la Cedaw, señalan que tanto la crisis económica como el recrudecimiento de la política migratoria estadunidense han propiciado un aumento en el retorno de conacionales a México.

El regreso de los migrantes tiene impactos negativos en las mujeres especialmente porque de forma frecuente involucran separaciones familiares.

Sobre los extranjeros que llegan al país, dijo que el grupo femenino constituyen la mayor parte de la migración centroamericana. Agregaron que trabajan en situación irregular, se insertan en empleos precarios, en la economía informal, donde no se cumplen las condiciones de trabajo digno, y prevalecen los abusos y la falta de acceso a derechos para ellas.

Exponen que especialmente Chiapas constituye un nodo de atracción de personas provenientes de Centroamérica y las trabajadoras migrantes en las fincas agrícolas, los hogares y los centros de entretenimiento chiapanecos enfrentan condiciones de explotación.