El gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe poner entre sus prioridades la agenda migrante, pues este sector contribuye de manera importante no sólo en lo económico, sino en lo político, social y cultural, señalaron miembros de la Coalición Migrantes Mexicanos.

En conferencia demandaron que durante el proceso de transición el equipo de López Obrador se reúna en una mesa única de negociación con todas las asociaciones representantes de los mexicanos en el exterior a fin de que la política en la materia incluya su voz, pues –denunciaron– desde hace tres décadas o más no han sido considerados en las estrategias de las administraciones federales.

Propusieron una agenda de siete puntos para la política migratoria del gobierno de López Obrador: desarrollo económico y comunitario; acceso a la salud y respeto a los derechos de género, reproductivos y sexuales; derechos laborales, protección y seguridad social para los migrantes y sus familias tanto en el exterior como en sus tránsitos por México.

También, que exista una política de difusión, acceso a la cultura e intercambio académico-científico en los consulados de México; representación política y participación ciudadana; que los consulados emprendan su labor con transparencia y no dividan a las comunidades, así como regeneración de su servicio público.

Otro punto que sería importante impulsar, particularmente por el Senado, es una ley de retorno, para que miles de connacionales que sueñan con volver a México puedan hacerlo. “México tiene una deuda histórica que lo obliga a unificar y reconciliarse con los mexicanos que en su momento expulsó (…) No vamos a renunciar al reclamo de ser parte del diseño de las políticas enfocadas a nuestra comunidad”, señalaron Natasha Uruén y Manuel Revueltas, miembros de esta coalición binacional con importante trabajo en Chicago.

Subrayaron que la cuarta transformación nacional, de la que habla el próximo mandatario federal, no será posible sin la participación de las comunidades migrantes.