Moscú

Los fantasmas de los penales también perseguían a los ingleses. Pero esta vez lograron conjurarlos, no sin cierta dosis de dramatismo, al eliminar 4-3 con la pena máxima en octavos de final a Colombia, tras un cerrado duelo que terminó empatado 1-1 gracias a un gol agónico de Yerry Mina, al minuto 94. El equipo de la rosa enfrentará el sábado a los recios y testarudos suecos que eliminaron a Suiza unas horas antes.

Los ingleses abusaron de confianza, pues el partido estaba por terminar. El reloj les falló y dieron por terminado todo cuando aún corría el tiempo agregado del segundo tiempo. Una jugada a balón parado y Yerry Mina volvió a dar la cara por Colombia, emergió y en una ironía del futbol, el cafetero le clavó a Inglaterra un gol aéreo con un cabezazo picado. Era todo lo que necesitaba Colombia para regresar anímicamente al partido.

En el alargue del primer tiempo estuvo más cerca del gol Colombia; mientras que en el segundo tiempo extra, Inglaterra presionó.

Pero todo llegó a los penales, a esa forma de dirimir el marcador donde triunfa no tanto quien le pega mejor sino quien domina el miedo al fracaso. Y el duelo fue un debate de templanza que abrió Colombia.

Primero llegó Radamel Falcao al manchón y con los nervios afinados con tanta experiencia anotó sin pestañear. Llegó Harry Kane para cobrar con la autoridad de capitán y mantener el juego igualado. Siguió Juan Cuadrado y lo logró con fuerza. Vino Rashford y mantuvo equilibrado el marcador. Muriel entonces abonó para Colombia. Y llegó el primer error: Henderson equivocó el disparo, Ospina se lanzó estupendo, y puso a los sudamericanos con un pie en cuartos de final. Entonces el turno del jugador del América, Mateus Uribe, con la posibilidad de amarrar el resultado, pero regaló el disparo al travesaño. Trippier convirtió para estar otra vez parejos. Y ahí es donde se dirimió el juego en el combate de nervios. Bacca arruinó la última oportunidad cafetera. Eric Dier, conjuró los fantasmas que atormentan a Inglaterra y por primera vez le dio una victoria a en tanda de penales en una Copa del Mundo.

Fue una victoria de un valor sicológico incalculable para Inglaterra. No sólo se recompuso tras el mazazo de Mina, sino que celebró su primera victoria en la fase de eliminación de un gran torneo desde 2006.

Tras décadas de frustraciones, Inglaterra se colocó en una posición inmejorable para poder reditar el título mundial de 1966, esa copa que ha sido pesada como una losa para todas las generaciones posteriores.

Doce años llevaba esperando Inglaterra para celebrar un triunfo en las eliminatorias de un Mundial o una Eurocopa. Desde aquella victoria sobre Ecuador en los octavos de Alemania 2006. Tres mundiales y tres eurocopas después, al fin llegó.

Colombia, por su parte, se quedó a las puertas de repetir el mejor resultado de su historia, los cuartos de final de Brasil 2014. La estrella de aquel equipo, James Rodríguez, siguió el duelo desde la grada tras no haberse recuperado de su lesión.

Colombia e Inglaterra se trataron con enorme respeto desde el minuto uno. Los dos sabían que la virtud del otro era la velocidad en espacios abiertos. Y procuraron no perder ningún balón en zonas peligrosas y cerrar la defensa.

En un tiro de esquina en el segundo tiempo, llegó el penal polémico que puso adelante al equipo de la rosa. Carlos Sánchez se encimó en Kane. Le agarró, le atropelló y lo tiró al suelo. Y encima se quejó. El capitán de Inglaterra no entiende de nervios ni de provocaciones y batió a Ospina para colocar el 1-0. Seis goles en el torneo, dos más que su máximo rival, el belga Romelu Lukaku.

Mientras James se desesperaba en la grada tras el gol de Kane, Pekerman preparaba su primer cambio.

En el minuto 94 Colombia estaba con pie y medio en la tumba. En la última jugada, un tiro de esquina, subió hasta el portero a rematar, pero cabeceó el de siempre, un Yerry Mina que dejó el Mundial con tres goles de cabeza. El hombre de Colombia en Rusia 2018. Impulsada por el gol, Colombia entró más entera a la prórroga, mientras que Inglaterra acusó el golpe y anduvo grogui varios minutos. No obstante, las mejores ocasiones de la prórroga fueron para los de Southgate: un disparo de Danny Rose que se fue por un suspiro y un cabezazo de Dier en un córner. El centrocampista acabó redimiéndose con el penal ganador. Adiós Colombia, adiós fantasmas.