Martes 3 de julio de 2018, p. 11
El fracaso de Ricardo Anaya Cortés en la elección del domingo dejó en el PRD en escenario de incertidumbre y desconcierto que ayer se reflejó en incredulidad y enojo de una dirigencia ya amorfa, integrada por las corrientes Nueva Izquierda –resquicio de Los Chuchos– y Alternativa Democrática Nacional.
La derrota histórica del PRD dejó callada ayer a la dirigencia, integrada por las tribus. Su secretaría de comunicación fue omisa a las llamadas que le requerían una posición sobre el fracaso de su alianza.
El porcentaje de votación nacional perredista cayó a un promedio de 5 a 6 por ciento, lo que les recortará la representación en la Cámara de Diputados a 30 o 35 legisladores y de cinco a seis senadores.
Vladimir Aguilar, secretario de Operación Política, quien avizoró la estrepitosa caída de su partido hace dos semanas, exigió a los dirigentes que se han apropiado de la vida orgánica del mismo “que le circulen; que ya se vayan y entremos a la verdadera refundación.
“Es indispensable reflexionar sobre el rumbo del partido, convocar a un congreso nacional de discusión política –la cual se perdió en los últimos años– y hacer una nueva convocatoria a los ciudadanos para restructurar de fondo y desde abajo al partido. Hacer trabajo territorial y que desde ahí surja la nueva organización partidaria, reconstruirlo desde sus cimientos. Todas las corrientes, incluyendo la mía, se han constituido con puras clientelas.”