El crédito ofrecido por la banca comercial a las familias resintió en los primeros cinco meses del año el efecto de la inflación y el aumento de la tasa de interés en las decisiones de compra de los consumidores.

Entre enero y mayo pasados, el crédito al consumo otorgado por la banca comercial a personas y familias creció a una tasa anual de 2.9 por ciento, poco más de la mitad del 5.5 por ciento registrado en el periodo comparable de 2017, reportó el Banco de México.

En particular durante mayo, el crédito al consumo –que incluye tarjetas de crédito, préstamos de nómina y personales, así como para la compra de autos– creció 3.1 por ciento anual, un punto porcentual menos que la dinámica que mostró en el mismo mes de 2017, de acuerdo con el banco central.

La mayor desaceleración ocurrió en la demanda de préstamos de nómina, pues en el periodo comprendido entre enero y mayo pasados tuvo una contracción anual de 0.4 por ciento, un comportamiento que contrastó con el del periodo comparable de 2017, cuando repuntó a una tasa anual de 4.1 por ciento.

El rubro de tarjeta de crédito tuvo en los primeros cinco meses de este año un avance de 2.6 por ciento, inferior en 0.9 puntos al del mismo periodo de 2017. En el caso del financiamiento automotor, el incremento fue de 10.7 por ciento, menor al repunte de 14.4 por ciento del año pasado.

Esperamos que continúe el dinamismo del crédito bancario al sector privado, comentó Francisco Flores, analista de Banorte.