Está por agotarse el tiempo para salvar de la extinción a la vaquita marina, el único cetáceo endémico de México. Así lo plantearon ayer especialistas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Diego Ruiz Sabio, director del Museo de la Ballena, de Baja California Sur, dijo que si este año no se logra detener la pesca ilegal que la amenaza, difícilmente podremos revertir esta situación.

En la inauguración de la exposición Vaquita Marina entre redes: Una historia que no debe repetirse, en Universum, Museo de las Ciencias, explicó que el daño hecho a la vaquita marina y la amenaza de que desaparezca son culpa de los humanos.

En su opinión, el gobierno federal ha puesto todo de su mano para intentar parar la pesca ilegal en el mar de Cortés, único hábitat de la vaquita, especie de la que se estima quedan alrededor de 30 ejemplares. Pese a que diversas organizaciones civiles, comunidades, grupos de cientí-ficos y el gobierno están involucrados en la protección del cetáceo, el problema no ha podido ser controlado, sostuvo. Desgraciadamente, se trata de un asunto muy complejo, de delincuencia organizada. Narró que las redes que causan la muerte de las vaquitas son retiradas un día y al otro ya están puestas nuevamente.

Una de las principales amenazas para la vaquita marina es la gran demanda del buche de un pez llamado totoaba, con un alto costo en Asia, y que es pescado ilegalmente en México con redes en la que queda atrapado el cetáceo.

César Augusto Domínguez Pérez-Tejada, director general de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, opinó que la exposición invita a reflexionar acerca de que la extinción es para siempre y que todos somos entes participativos en la conservación de las especies; es un mensaje de esperanza y de vida.

Gabriela Guzzy Arredondo, directora de Universum, dijo que la exposición propiciará entre nuestros visitantes la con-ciencia hacia el cuidado de nuestro planeta y los seres que lo habitamos.

En un recorrido por la exposición, en el que participó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno federal, Rafael Pacchiano Alemán, planteó que en los años recientes se ha aumentado a casi el doble la superficie del polígono de protección de la vaquita marina para conservar esta especie.

La exposición temporal es organizada por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y el Museo de la Ballena de Baja California Sur.

En ella se cuenta la historia de la vaquita marina desde sus orígenes como especie y sus características biológicas hasta las acciones que instituciones gubernamentales, de investigación y organizaciones de la sociedad civil están realizando para protegerla e impedir su extinción.

El visitante, en un ambiente con sonidos del mar, podrá observar un esqueleto real de vaquita marina, un C-pod (instrumento que utilizan los expertos para escuchar los sonidos de estas marsopas), anclas y boyas recuperadas en el área de refugio de esta especie y un videomaping (proyecciones sobre superficies reales para dar efecto de movimiento), que incluye 30 esculturas de vaquitas marinas hechas de fibra de vidrio natural.

La exposición estará abierta hasta el 30 de septiembre de 2018 y tiene un costo de 40 pesos para el público en general