Andrés Manuel López Obrador aseguró ayer que de ganar la elección, en el nuevo gobierno democrático se mantendrán las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar), y será respetuoso de éstas.

Durante sus cierres de campaña, que abarcaron las capitales de San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato y Jalisco, pidió a sus adversarios políticos dejar de fomentar la guerra sucia en su contra.

En su discurso en la capital queretana, dijo que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Cevallos “están muy activos tratando de reunir al PRI y al PAN para enfrentarnos.

Están alentando la guerra sucia, azuzando. Yo les digo que se serenen, que se tranquilicen. Nosotros no le vamos hacer daño a nadie, manifestó el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia.

Lo que queremos, añadió, es que las cosas mejoren en beneficio de todos los mexicanos, que se termine la corrupción y el influyentismo. Insistió en que él no busca venganza. Queremos justicia, y siempre vamos a tender la mano franca y sincera.

López Obrador destacó: no tengo enemigos ni quiero tenerlos; si acaso tengo adversarios, y esos siempre lo van a ser.

En el jardín Guerrero del centro histórico, indicó que va a moralizar la vida pública del país, al combatir la corrupción y desempeñar la función de servicio público con humildad, honestidad y austeridad.

Antes, en San Luis Potosí, el tabasqueño desmintió los rumores que difunden “los integrantes de la ‘mafia del poder’ con su guerra sucia” respecto a la desaparición de las fuerzas armadas.

Ambas instituciones se mantendrán, puntualizó. Aclaró que fueron marinos y soldados quienes le hicieron llegar esas versiones. Adelantó que no serán civiles los titulares de la Defensa y de la Marina; al contrario, seguirán siendo un general y un almirante en cada uno de los casos.

Los marinos, los soldados, la tropa, no tienen nada de que preocuparse, al contrario, van a mejorar sus sueldos, porque estoy muy consciente, porque conozco todos los pueblos de México, sé muy bien que el marino y el soldado son pueblo uniformado, son hijos de campesinos, de obreros, mexicanos.

Más tarde, en León, Guanajuato, reiteró que cuando llegué a la Presidencia echará abajo la reforma educativa y el decreto recién firmado del agua; no aumentará los impuestos ni habrá gasolinazos, propuestas que repitió ayer en todos sus discursos.

Agregó que habrá una verdadera democracia, pues México es uno de los países más antidemocráticos del mundo.

Por la noche, en la plaza Juárez de Guadalajara, Jalisco, mencionó que éstas son las últimas elecciones que se harán bajo la sospecha del fraude, porque enviará reformas al Congreso para acabar con la compra de votos.