La libre disposición de tiempo y contar con ingresos propios son las dos condiciones que deben tener las mujeres para vencer la desigualdad de género, advirtió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En América Latina, la región más desigual del mundo, ponderó que lo más importante es erradicar la cultura del privilegio que tenemos muy imbuida, con la que se naturalizan las desigualdades, la discriminación, las jerarquías sociales y hace como si fuera natural que un grupo, una élite o los hombres manejen todo.

La pobreza sigue teniendo rostro de mujer en la región porque por cada 100 hombres que viven en pobreza hay 118 mujeres que sobreviven en la misma condición, sostuvo Bárcena en el Foro Forbes: Mujeres Poderosas, donde recibió un reconocimiento por combatir la desigualdad económica y de género desde la Cepal.

En la medida que ingrese más dinero en los hogares mediante un pago justo por el trabajo de las mujeres, quienes son las que ahorran más e invierten mejor, la pobreza en América Latina se reduciría de 2 a 12 puntos porcentuales, dijo.

Lo que más aspiramos las mujeres es a disponer de nuestro tiempo y a tener ingresos propios. Lo que menos tenemos las mujeres es tiempo porque trabajamos todo el día y luego hay que llegar a la casa a atender a los niños, la mamá, esto o lo otro. ¡No tenemos tiempo de nada!, expresó Bárcena en su exposición.

Las mujeres destinan dos tercios de su tiempo al trabajo no remunerado: cuidado y atención de niños, ancianos o enfermos, y que en conjunto llega a representar 20 por ciento del PIB, mientras los hombres sólo dedican un tercio de su tiempo a dichas labores.

En la autonomía económica, dijo, está el meollo para abatir la desigualdad de género pues detalló que una de cada 3 mujeres no tiene ingresos propios, 26 por ciento de las que trabajan gana menos del mínimo, 78 por ciento tiene empleos en sectores de baja productividad y 60 por ciento trabajan en la economía informal.