Seis horas de locura
Lunes 18 de junio de 2018, p. 6
La Ciudad de México enloqueció. Tras dos horas de una calma inu-sitada, la gente se volcó al Ángel de la Independencia para festejar el triunfo de la selección mexicana de futbol sobre el campeón del mundo, Alemania, festejo que dejó un saldo de tres personas detenidas y enfrentamientos entre policías y aficionados.
Según cifras oficiales, fueron casi 20 mil las personas que al grito de ¡México, México!, ¿Y dónde están esos alemanes que nos iban a ganar?
, corearon el triunfo de la escuadra nacional y quienes confiaron en que llegaremos no solamente al quinto, sino a ganar en Rusia
.
En medio de los festejos, un joven de aproximadamente 28 años, se trepó a un semáforo en Paseo de la Reforma, frente al mismo Ángel de la Independencia. Con una bandera de México en las manos, el hombre llegó hasta lo más alto del poste a unos 10 metros de altura, motivo por el cual elementos del cuerpo de granaderos se acercaron al lugar con la intención de detenerlo.
Ante la situación, la muchedumbre comenzó a gritar “¡Que se aviente, que se aviente!’, lo cual hizo el muchacho, quien fue atrapado por la gente, que evitó que su cuerpo se impactara contra el suelo. Y la misma gente lo arropó: rodeado por los aficionados que se tomaban fotos con él, el hombre ya no fue detenido y continuó festejando.
Los asistentes vestían playeras tricolor y agitaban banderas de todos tamaños, tapizando de verde esta importante avenida.
La fiebre futbolera se extendió hasta el Metro. Varios aficionados gritaban en los vagones ¡México! ¡México!
, otros cantaban Cielito lindo, tema que le ha dado la vuelta al mundo. En las calles los automovilistas tocaban el claxon en señal de apoyo y en Chapultepec, Sevilla o Hidalgo, no dejaban de corear emocionados: ¡Viva México cabrones!
, ¡Dónde están, dónde están, esos alemanes que nos iban a ganar!
y ¡El Día del Padre, les dimos en su madre!
Los vendedores ambulantes aprovecharon la concurrencia para vender playeras entre 100 y 250 pesos y banderas con los colores nacionales.
Tras seis horas de festejos, la negativa de los aficionados a retirarse para abrir la circulación en Paseo de la Reforma provocó un enfrentamiento con los granaderos, que dejó un saldo de tres personas detenidas y decenas de botellas y latas de bebidas alcohólicas decomisadas.
Desde mediodía la gente bebió sin problemas en aceras y bancas, sin que los policías se los impidieran; sin embargo, cuando trataron de retirarlos para abrir la circulación, los asistentes comenzaron a lanzar botellas de vidrio y latas; tres personas fueron detenidas por beber en la vía pública.
La fiesta empezó desde temprano en el Zócalo de la ciudad, donde antes de las 9 horas llegaron los aficionados, coreando porras para observar el debut del equipo mexicano en el mundial en la pantalla gigante instalada desde la semana pasada.
Fue en el minuto 35 del primer tiempo, cuando retumbó el grito de gol en el primer cuadro de la ciudad, donde, según cifras oficiales, se reunieron hasta 75 mil personas; entre los asistentes estuvo el jefe de Gobierno de la ciudad, José Ramón Amieva, quien vio el primer tiempo del partido en el Zócalo. Una vez que terminó el juego muchos de los asistentes se dirigieron al Ángel de la Independencia a seguir la fiesta.