Sin alimentos y por el mal clima será difícil que lleguen, advierte Médicos Sin Fronteras
Martes 12 de junio de 2018, p. 21
Madrid
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, dio su primera orden importante de carácter internacional y humanitaria: dispuso que Valencia permita atracar y dar entrada al barco Aquarius, de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el que hay 629 ciudadanos africanos rescatados en alta mar.
Italia, adonde intentó llegar la embarcación, cerró sus fronteras, como lo hizo antes Malta. Los responsables de la embarcación informaron que carecen de suministros para llegar a España, sobre todo al tratarse de un viaje de 700 millas náuticas y tres días de navegación, pues sólo tienen alimentos para 24 horas. Además, las condiciones del clima en los próximos días no son favorables para navegar.
Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del derecho internacional
, señaló el mandatario español.
Los migrantes, entre los que hay 129 menores de edad no acompañados y siete embarazadas, partieron desde distintos puntos de África en pequeñas embarcaciones en su intento por cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa, pero sucumbieron a la violencia del oleaje. Fueron rescatados cuando iban a la deriva.
El nuevo gobierno italiano, una coalición del Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga del Norte, cerró sus fronteras y no permitió la entrada de la embarcación. El ministro del Interior, Matteo Salvini, celebró que fuera el gobierno español el que diera cobijo a los refugiados. Señaló que gracias al corazón
de España, Italia se había evitado un problema.
La migración africana tiene su lado más dramático en las aguas del Mediterráneo, donde sólo en 2017 se calcula que murieron tres mil 200 personas. Según la Organización Internacional para las Migraciones, el año pasado 168 mil 314 migrantes y refugiados entraron a Europa por mar.