El jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, afirmó que las medidas precautorias no son una prebenda o una concesión, sino acciones urgentes que debemos adoptar para evitar que continúe el daño o la vulneración de un derecho humano.

En la presentación del informe 2017 de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) –al cual no asistía un mandatario capitalino desde hace cuatro años– afirmó que las recomendaciones no son un acto de exhibir a la autoridad, sino de decirle: estuviste mal y requieres recomponer.

Asimismo, los acuerdos reparatorios son esquemas de resarcimiento anticipado para evitar que las personas que han sufrido vulneración en sus derechos continúen con ese esquema y el daño sea reparado, lo cual hemos aprendido en 25 años de funcionamiento del organismo.

La CDHDF es un vínculo importante con las instancias de la sociedad civil organizada, que son la voz y el actuar de quienes no pueden demandar esa justicia o la intervención de las autoridades, por lo que la no repetición de los actos que vulneran los derechos humanos es un tema trascendente para el gobierno.

Ante la presidenta del organismo, Nashieli Ramírez, y funcionarios de su gabinete, destacó que la protección, promoción y garantía de esos derechos no debe ser por obligación, sino por convicción, por un sentimiento de solidaridad y de pertenencia social.

Se dice que la Ciudad de México es un referente para otras entidades en materia de derechos humanos, pero desde mí visión personal no me interesa ser referencia al exterior, sino al interior, y quienes habitamos, nos visitan o están de manera transitoria aquí digan que sí se respetan.

Así que vamos a generar una agenda de trabajo con el fin de alcanzar la plena igualdad para las mujeres en el ámbito laboral, un esquema de protección efectiva para los periodistas, el tratamiento de la violencia en todas sus manifestaciones y el acompañamiento para los jóvenes, especialmente, en su inclusión y desarrollo de sus capacidades y sueños, señaló.