Deuda, bomba de mecha corta
¿Dónde están los candidatos?
Dólar: venta hasta en 21 pesos
l tema prácticamente está ausente en todas las campañas políticas y la pregunta se mantiene en el aire: ¿qué hará el nuevo gobierno en materia de deuda pública, que cada día consume más recursos presupuestarios que mayoritariamente se destinan al pago de intereses?
Tal vez dicho tema no resulte muy atractivo para las campañas de los tres candidatos al hueso mayor (especialmente para el desfachatado de Meade, para quien la única deuda es la que México tiene con el PRI
), pero sin lugar a duda es uno de los más delicados problemas nacionales, o lo que es lo mismo, una bomba con mecha cada día más corta.
Como elemento de referencia, vale mencionar que se destinan más recursos públicos al pago de intereses que a la educación pública (con todo y su cacareada reforma
del sector). Sólo en los primeros cuatro meses de 2018 (la información es de la Secretaría de Hacienda) la diferencia supera 20 por ciento, y cerca de 300 por ciento si el comparativo se hace con el sector salud.
Los candidatos pueden mantener el silencio en este renglón, pero las cifras más recientes de la Secretaría de Hacienda revelan que de enero a abril de 2018, de las arcas nacionales salieron más de 130 mil millones de pesos sólo para el pago de interés de la deuda pública, contra cerca de 107 mil millones que se destinaron a la Secretaría de Educación Pública y 41 mil millones a la de Salud.
En el desglose, 97 por ciento del costo financiero de la deuda externa del sector público (enero-abril 2018) se destinó a intereses (casi 4 mil millones de dólares), y el 3 por ciento restante (cerca de 130 millones) se utilizó para cubrir comisiones y gastos de la propia deuda.
La situación no es distinta cuando se revisan los números del costo financiero de la deuda interna del sector público en igual periodo: 98 por ciento del total pagado (51 mil 230 millones de pesos) se canalizó al pago de intereses, y el 2 por ciento restante (997 millones) al pago de comisiones y gastos.
Al cierre del pasado abril, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público (el indicador más puntual de la deuda del sector público federal) fue de 10 billones de pesos, en números redondos, un monto (sin considerar lo que aumente entre mayo y noviembre del presente año) que la administración peñanietista heredará al próximo gobierno.
Con Enrique Peña Nieto en Los Pinos, el saldo de dichos requerimientos se ha incremen-tado alrededor de 70 por ciento, al pasar de 5.89 billones que le heredó Felipe Calderón a cerca de 10 billones en abril pasado. De hecho, si se consideran los tres gobiernos que a los mexicanos prometieron el cambio
(Fox), vivir mejor
(Calderón) y mover a México
(EPN), dicho saldo se multiplicó por cinco. Pero ningún candidato quiere tocar el tema y mucho menos divulgar sus respectivas políticas públicas (si es que las tienen) para hacer frente a esta terrorífica situación.
El gobierno peñanietista ha sumado alrededor de 4 billones de pesos adicionales (cortesía de Luis Videgaray y José Antonio Meade) al saldo de la deuda pública federal, y la información de Hacienda permite determinar que a lo largo de él se han pagado intereses del propio débito por alrededor de 3 billones de pesos, lo que implica que de cada dólar de nueva deuda 75 centavos se fueron al pago de intereses.
¿Cuál fue el destino de los otros 25 centavos? Quién sabe, pero lo cierto es que en lo que va del nuevo siglo, la deuda por habitante creció de aproximadamente 10 mil pesos en el inicio de Fox a cerca de 83 mil al cierre de abril pasado, con Peña Nieto en la residencia oficial.
Pero ello es insuficiente para que los candidatos se pronuncien y ofrezcan soluciones reales.
Las rebanadas del pastel
Duro que te dale: joden a todas horas, en el teléfono fijo o en el celular, para la campañita antipejista. ¿Y la Fepade? Papando moscas, como siempre… El dólar imparable: en Bancomer ayer se vendió a 20.95 pesos; en Scotiabank a 20.97 y en CI Banco a 21.01.
Twitter: @cafevega