Autoridades brasileñas sospechan que el grupo criminal Primer Comando Capital está detrás
En medio de la violencia la policía local hace un plantón para exigir incremento salarial
Viernes 8 de junio de 2018, p. 26
Río de Janeiro.
Tres autobuses fueron incendiados este jueves en las ciudades de Uberlandia, Joao Pinheiro y Sacramento, en Minas Gerais, que engrosaron el número de ataques que desde el domingo pasado afectan al estado minero, cuando 58 camiones fueron quemados y varias sucursales bancarias y delegaciones públicas sufrieron ataques.
Según la Policía Militar de Minas Gerais hay reportes de disturbios en 32 ciudades; hasta el momento hay 51 detenidos. Medios de prensa refieren que son más de 100 los autobuses quemados.
En momentos en que la violencia en el estado parece no tener fin, los gremios policiales protestaron frente al Palacio Liberdade, sede del gobierno provincial, para exigir el fin del pago en abonos de los salarios y un aumento de 30 por ciento.
Se vivieron horas de tensión en Belo Horizonte, la capital estatal, cuando los manifestantes ocuparon el edificio para visibilizar el reclamo. Cerca de la medianoche, luego de que la justicia emitió una orden de desalojo, los policías levantaron el plantón.
Aunque volvió la calma, permanece el estado de máxima alerta. Mañana vamos a decidir nuevas acciones, si el gobierno no quiere dialogar con nosotros
, dijo Adilson Bispo, delegado del sindicato de la Policía Civil de Minas Gerais a la agencia Ap.
El gobierno de Minas Gerais mantiene cierta cautela sobre el origen de los ataques. El pasado martes el gobernador Fernando Pimentel apuntó, sin dar detalles, que los desmanes estarían vinculados con la política carcelaria del estado, a la que consideró la más severa del país
.
En sectores de la policía, en tanto, suponen que detrás de los ataques estaría actuando el Primer Comando Capital, la organización criminal más poderosa de Brasil, surgida en las cárceles de Sao Paulo, la cual tiene influencia en parte importante del narcotráfico y en las prisiones del país.
“Tenemos información de que está actuando el comando. Está claro por el modus operandi de los ataques y por la fuerza que están teniendo principalmente en el sur del estado, en la frontera con Sao Paulo. Sólo ellos tienen el poder para hacerlo”, aseguró Bispo.
Brasil tiene la tercera mayor población carcelaria del mundo, con 726 mil 712 reclusos, según datos oficiales de junio de 2016. La cifra casi duplica la capacidad penitenciaria del país, calculada en 368 mil 49 cupos en 2016.