Vestigios de acueductos coloniales que confluyen en los baños de Moctezuma y estanques del siglo XIX fueron hallados en el Bosque de Chapultepec por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Las labores de salvamento dejaron al descubierto una sección del antiguo acueducto de Santa Fe y dos ramales, así como tres piscinas de 4.5 metros cuadrados, construidas hacia 1869 y 1870 como baños lúdico-medicinales de estilo europeo, reporta el instituto en un boletín.

Los trabajos arqueológicos, que comenzaron el pasado 15 de enero, se inscriben en el Proyecto Bosque, Cerro y Castillo de Chapultepec y han derivado en los hallazgos de un segmento del acueducto colonial que conducía el líquido proveniente de Santa Fe hasta la actual Alameda Central, así como restos arquitectónicos de tres estanques lúdico-medicinales.

También se descubrieron partes de dos ramales que iban de las cajas de agua virreinales, ubicadas al pie del cerro del Chapulín, al contenedor conocido como baños de Moctezuma.

La primera excavación reveló una fracción de dos metros de ancho y más de tres metros de cimentación del antiguo acueducto de arcada; los materiales de esta obra comenzaron a adquirirse en 1592 y su construcción en 1603, informa el INAH.

Este canal funcionó hasta la década de 1850. Tuvo originalmente 900 arcos y sumó 108 cuando se amplió para “transportar el ‘agua delgada’ (más baja en minerales que el ‘agua gorda’ obtenida de los manantiales de Chapultepec) desde el antiguo pueblo de Santa Fe”.

El descubrimiento descarta la hipótesis de que el acueducto hacía un giro a la izquierda rumbo al actual Museo de Arte Moderno, según la arqueóloga María de Lourdes López Camacho, investigadora del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec.

El fragmento indica que después de rodear el cerro por su costado norte, el acueducto seguía en línea recta hacia lo que hoy es el Altar a la Patria; giraba a la izquierda sobre la calzada de La Verónica, actual Circuito Interior, doblaba en la calzada Tlacopan y desembocaba en la Caja de la Mariscala, localizada en el terreno que ahora ocupa el estacionamiento del Palacio de Bellas Artes.

Breve funcionamiento

El arqueólogo Eder Arias Quiroz localizó al norte del contenedor de baños de Moctezuma dos ductos; según sus datos se ha establecido que ambos se unían poco antes de su arribo al área de cajas de agua al pie de la Escalera de Carlota, que también funcionó como piscina del antiguo Colegio Militar.

La construcción del último grupo de vestigios descubiertos, tres estanques lúdico-medicinales, fue anunciada en 1869 como un proyecto del empresario José Amor y Escandón, según Lourdes López. Aunque tuvieron un breve funcionamiento, ya que el manantial estaba próximo a agotarse. En 1895 el agua se extraía con bombas.