El sector aeronáutico contribuye en forma importante a la emisión de gases de efecto invernadero que impactan al medio ambiente y afectan a la salud, señaló el arquitecto de la UNAM, Jesús Flores, quien dijo que el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM) incrementará más de 17 por ciento la cantidad de contaminantes que se producen en la Zona Metropolitana y el valle de México.

En un foro sobre el tema que se llevó a cabo en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco, indicó que, en la actualidad, Ciudad de México (CDMX) produce 55 millones de toneladas de dióxido de carbono (Co2) al año, es decir, que a cada habitante le corresponde inhalar 2 toneladas y media de contaminantes.

Los aviones son el transporte más contaminante a nivel mundial. Quienes proponen la construcción del megaproyecto quieren aumentar a un millón las operaciones aéreas, más del 50 por ciento del flujo actual, pero se les olvida que la capital del país es de las más pobladas y contaminadas, señaló.

El año pasado, algunos diputados exhortaron a la Secretaría de Medio Ambiente y a la Comisión Ambiental de la Megalópolis a realizar monitoreos permanentes de la calidad del aire en aproximadamente 17 aeropuertos con mayor demanda.

En el documento advierten que la industria representa una gran amenaza para CDMX en términos de crecimiento de gases contaminantes, ya que las emisiones de los aviones seguirán contaminando el aire sin ningún control, convirtiéndose además en uno de los mayores contribuyentes al calentamiento global.

Agrega que pesar de las medidas adoptadas, no sólo los vehículos son fuente de contaminación, ya que en 2014 el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) emitió 1 millón 612 mil 124 toneladas de dióxido de carbono, es decir, 4 mil 416 toneladas diarias.

Solo el aeropuerto de la ciudad emite gases contaminantes equivalentes al 50 por ciento de lo que contamina todo el parque vehicular completo de Ciudad de México al día, mismo que asciende a 2 millones 116 mil vehículos, lo que corresponde a 10.7 por ciento de los que circulan en la República Mexicana, señalaron.

Para el especialista de la UNAM, el rápido crecimiento del tráfico aéreo en años recientes contribuye a las emisiones de gases invernadero, y la exposición a la contaminación atmosférica representa riesgo a la salud. Esas repercusiones van a impactar en la salud de la sociedad, principalmente en los pueblos cercanos, cuyos habitantes corren el riego de enfermar de asma, tener problemas cardiovasculares, pulmonares que lleguen a la sangre, cáncer, presión alta, así como problemas cardiacos, destacó.

Pero no sólo eso, añadió que uno de los efectos a nivel mundial es que vamos rumbo al incremento de más de dos grados centígrados en la temperatura global del planeta; estamos saturando aún más de gases de efecto invernadero, no cumplimos los estándares de la Organización Mundial de la Salud ni lo que recomiendan las normas mexicanas.