Managua.

Al menos dos muertos y el incendio de unas oficinas del gobernante Frente Sandinista es el resultado de nuevos incidentes violentos ocurridos la noche del sábado en varias zonas de Nicaragua, informaron este domingo diversas fuentes.

El gobierno dio cuenta de la muerte de una persona en la central provincia de Boaco, producto de ataques armados ocurridos el viernes, lo que aumentaría a 22 los muertos reconocidos oficialmente desde que comenzaron las protestas, el 18 de abril.

En tanto, se informó de la muerte de un joven, cuyos restos con aparentes señales de tortura fueron encontrados en un terreno ubicado al suroeste de Managua, según reportes no oficiales.

En Ometepe, la mayor isla del lago Cocibolca, personas que marcharon para exigir la renuncia del presidente Daniel Ortega prendieron fuego a la sede del partido sandinista en la ciudad de Altagracia, después de que simpatizantes progubernamentales agredieron a los manifestantes.

En Managua, tras concluir una marcha antigubernamental de miles de personas, cientos de opositores derribaron la noche del sábado al menos cinco arbolatas. Oficialmente llamados árboles de la vida, las grandes estructuras metálicas son consideradas símbolos del gobierno.

Al oficiar una misa este domingo en la Catedral Metropolitana de Managua, el cardenal Leopoldo Brenes dijo que el diálogo debe trascender las negociaciones suspendidas entre el gobierno y la alianza cívica (estudiantes, empresarios y sociedad civil).

En tanto, el director de la no gubernamental Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos, Álvaro Leiva, dijo al diario La Prensa que más de 300 policías fueron retenidos por haber presentado sus renuncias y negarse a reprimir a manifestantes.

Este domingo continuaron las movilizaciones en Managua y otras ciudades del país para exigir la renuncia del mandatario Daniel Ortega y la de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Nicaragua vive una crisis que comenzó con una protesta de estudiantes contra una reforma al sistema del Seguro Social que afectaba a empleadores, trabajadores y jubilados, y que se extendió debido a la violenta acción policial y de paramilitares.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos que da seguimiento a la crisis en Nicaragua contabiliza 79 muertos entre el 18 de abril y el 24 de mayo.