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Parte de su obra se exhibe en las instalaciones de Artes de México

Eugenia Marcos da a los chiles una connotación valiosa mediante el arte
Foto
Chiles amontonadosFoto cortesía de Artes de México
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de mayo de 2018, p. a11

Soy la señora de los chiles, admite la pintora y cocinera Eugenia Marcos respecto de la etiqueta que le han colgado por allí. Es decir, los pinta y los utiliza en sus guisos, aunque no sólo los chiles, sino toda una variedad de ingredientes comestibles que México le ha dado al mundo.

“Me encanta transformarlos, incluso cultivarlos para ver cómo crecen, cómo son la flor y la hoja. Hay una mezcla extraña de interés por la botánica, la cocina y el arte. De allí que llevo varios años –20 para ser exactos– de realizar una serie de cuadros que tienen que ver con el chile”, expresa Marcos. Algunas de sus obras se han empleado para ilustrar el número 126 de Artes de México dedicado a este fruto ancestral. Presenta también una muestra de 18 pinturas y grabados hechos en tres placas, además de cerámica y un biombo de madera en oficinas de la revista.

Marcos se crió en un hogar en el que la comida, por más sencilla que fuera, tenía que estar bien preparada. Recuerda haber acompañado de niña a su madre al Mercado de la Merced y sentir fascinación por el olor de las tiendas de chile seco y aprender a conocer la diferencia entre un tipo y otro. En una ocasión, en un mercado compró chiles para cocinarlos; sin embargo, se dio cuenta de que eran tan hermosos que había que pintarlos primero.

Entonces, eso hizo. Luego, buscó información, encontró un libro extraordinario, Capsicum y cultura: la historia del chilli, de Janet Long-Solís, y una cosa llevó a otra. Existen pocos artistas dedicados a pintar chiles exhaustivamente. Viene a la mente el pintor autodidacta Hermenegildo Bustos (1832-1907), quien incluyó uno que otro ejemplar en sus bodegones y fue una gran influencia, al igual que muchos otros artistas.

La naturaleza me proporciona los modelos, dice

Marcos, al parecer, lo tomó como manda, aunque pinta muchas otras cosas; por ejemplo, un estudio sobre nomenclatura en diferentes lenguas indígenas. Es una manera de regresar a mi país lo que me ha dado. Al hacer la iconografía incluyo productos que aparentemente no valen nada; sin embargo, les puedes dar una connotación valiosa por medio del arte, asegura.

La mayoría de las obras expuestas son pinturas. ¿Cómo evitar la monotonía y caer en ser un simple muestrario? Al ir al actual Mercado de la Merced, con su variedad de chiles, Marcos reitera que la naturaleza misma me está dando mis modelos. Puedo pintar cosas absolutamente diferentes aunque el tema es el mismo. Puedes hacer que cada cuadro tenga personalidad, sea diferente. Es como los artistas que pintan desnudo. Está el caso de Modigliani.

En el cuadro Chiles en nogada todos los ingredientes caen del cielo a modo de regalo, para ser procesados de otra manera. Para Chiles amontonados, la artista aventó un montón de pimientos, uno que otro partido a la mitad. Bueno, hay hasta manteles de plástico con chiles.

Acota: Muchas veces ya no necesito poner todos los chiles, simplemente sostengo en la mano uno de ellos, lo volteo, veo qué forma tiene, cómo es por dentro, lo corto por la mitad o en rodajas. Suele acompañar sus exposiciones con una degustación gastronómica.

Para Marcos, la cocina comparte con la pintura/grabado la alquimia de jugar con los materiales/ácidos y ver qué sucede.

La exposición de Eugenia Marcos permanecerá abierta hasta el 31 de mayo en las instalaciones de Artes de México, Córdoba 69, colonia Roma. Visitar en horas en oficina.