El concepto de innovación no es la tecnología, sino poder cambiar la forma en la que piensa y se comporta la gente en sus distintos quehaceres, dijo Emilio Sacristán Rock, Premio Nacional de Ciencias 2017, en la categoría Tecnología, Innovación y Diseño.

Es decir, el detalle técnico no es más que una herramienta; sí, la tecnología sólo es una ayuda para provocar el cambio, pero no es el cambio en sí mismo, sino lo que puede lograr, añadió el especialista, reconocido entre muchas otras cosas por haber encabezado el proyecto que creó el primer corazón artificial mexicano conocido como Vitacor UVAD, siglas en inglés de Universal Ventricular Assist Device.

Al impartir una conferencia magistral la noche del miércoles en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, dentro del ciclo Encuentro con los Premios Nacionales, el especialista en ingeniería biónica y biomédica relató al público la manera inesperada en que inició su tarea de inventor.

Nunca se me había ocurrido convertirme en inventor, sino hasta que empecé el posgrado y un destacado médico cirujano me invitó a participar en un proyecto de investigación donde estaban desarrollando una nueva tecnología relacionada con la atención de un paciente crítico, narró en la conferencia, en la que también citó algunas reglas que le han sido útiles en su quehacer innovador.

Beneficio social, la meta

Relató que cuando regresó a México, después de una estancia en el extranjero, repatriado por el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt), se encontró con un ambiente contradictorio. “Me escandalicé cuando vi que había un montón de trabajo extraordinario, original, de muy alto nivel en los laboratorios de nuestras universidades, pero que después de sacar la publicación, se quedaba guardado en el cajón, y esto, en mi campo –medicina–, si no llega a un uso masivo para bien de la gente, no estás logrando lo que se debe alcanzar”, alertó.

Por eso, añadió Sacristán Rock, tomé la misión de buscar la forma de lograr que esos desarrollos y conocimientos científicos presentes en laboratorios, de verdad se trasladen y sean benéficos al paciente.

Multireconocido a escala internacional por su labor científica y empresarial, Emilio Sacristán fue galardonado en diciembre pasado por el gobierno mexicano con el Premio Nacional de Ciencias, por su contribución al desarrollo tecnológico en ingeniería biomédica, la transferencia de conocimiento en el sector salud y el impulso a la creación de grupos de investigación vinculando academia-empresa.

En la actualidad, es profesor-investigador en Ingeniería Biomédica y fundador y director del Centro Nacional de Investigación en Instrumentación e Imagenología Médica, de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa.

En la conferencia magistral, Emilio Sancristán, señaló seis reglas en la tarea de innovar: provocar un cambio en la forma en que piensa y se comporta la gente; todo mundo te va a decir que estás loco; piensa en grande; haz equipo; apúrate a alcanzar tus metas, pues el tiempo es el peor enemigo, y no te rindas, aunque las cosas te hayan salido mal mil veces.