Creció el riesgo al juntarse corrientes de lava y agua de mar
Martes 22 de mayo de 2018, p. 29
Pahoa.
Nubes mortales de ácido y fragmentos finos de cristales surcaban el cielo de Hawái el lunes, luego de que la lava del volcán Kilauea llegó al océano, un nuevo peligro para la población tras más de dos semanas de erupciones.
La agencia de Defensa Civil de Hawái advirtió a los automovilistas, navegantes y turistas en la playa que tengan cuidado con las nubes tóxicas de “laze”, una combinación de lava
y “haze” (neblina), que se formaron cuando dos corrientes de lava se mezclaron con agua de mar.
La pluma cáustica, que puede ser fatal si se inhala, es el último peligro de una erupción que no muestra señales de detenerse y que comenzó el pasado 3 de mayo.
El volcán ha producido alrededor de dos docenas de grietas que arrojan lava, el mismo número que en un anterior evento de 88 días en 1955.
La erupción ha entrado en una fase más violenta, en la que grandes volúmenes de roca fundida, más caliente y más rápida que el magma más viejo, están saliendo de las fisuras en el suelo que han estallado en una pequeña área de comunidades rurales.
Al menos, 44 hogares destruidos
“Hemos vivido la fase 1. Hemos visto la limpieza del sistema. Llamamos a eso la fase de ‘limpieza de garganta’”, manifestó Carolyn Pearcheta, geóloga operativa del Observatorio de Volcanes de Hawái, en conferencia telefónica.
Hasta el momento la lava ha destruido al menos 44 hogares y otras estructuras en el área de Leilani Estates y Laipuna Gardens, en el distrito de Puna, lo que se ha llegado a considerar es la parte más original y salvaje de Big Island.
Se calcula que 2 mil personas han recibido órdenes de salir de sus hogares debido a los flujos de lava y el gas tóxico de dióxido de azufre, cuyos niveles se han triplicado entre domingo y lunes, según informa la Defensa Civil del Condado de Hawái.
En tanto, la Guardia Nacional ha advertido que habrá más desalojos obligatorios si la lava bloquea más carreteras.