Desde el sexenio de Salinas se perdieron principios rectores
Sábado 19 de mayo de 2018, p. 11
El Senado de la República es responsable de la débil actuación del gobierno mexicano frente a Estados Unidos, ya que no ha cumplido con su facultad constitucional de vigilar que se cumplan los preceptos fundamentales de política exterior, advirtió el coordinador del PT-Morena, Manuel Bartlett.
Dijo que en los casi seis años de la legislatura por concluir, PRI y PAN impidieron que el Senado fuera un contrapeso al poder presidencial y frenara la estrategia complaciente del gobierno de Enrique Peña Nieto con Donald Trump.
El político poblano sostuvo que desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari comenzó a variar la política exterior nacional, se hicieron a un lado los principios rectores de autodeterminación y no injerencia en los asuntos de otras naciones y a ceder soberanía ante las exigencias de Estados Unidos.
Eso se acentuó, dijo, con la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, sus ataques a México y los mexicanos, que no encontraron una respuesta firme del gobierno de Peña Nieto, ni de su canciller, Luis Videgaray.
¿El Senado condenó en abril pasado la decisión de Trump de militarizar la frontera y le pidió formalmente a Peña Nieto cancelar la cooperación en materia migratoria y de combate al crimen organizado. No asumió entonces su papel constitucional?
–Fue sólo una simulación. Se trató de una propuesta impulsada por el PRI y sus aliados, que quedó sólo en el papel. El partido en el gobierno avaló en todo momento la política hacia Trump.
Recalcó que la mayoría en el Senado avaló la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, a pesar de que sus beneficios y utilidades son sólo a favor de la oligarquía nacional y extranjera y ha avalado una política migratoria en la que Estados Unidos impuso sus normas
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Bartlett insistió: México le hace el trabajo sucio a Trump al criminalizar a los migrantes centroamericanos y a todos aquellos que pretenden llegar a la frontera con Estados Unidos, quienes son perseguidos por agentes migratorios mexicanos, tratados de forma brutal y encarcelados en estaciones migratorias que son cárceles similares a las del vecino del norte”.
México subordinó su política de migración a los intereses estadunidenses, los que impusieron sus norma. La injerencia externa impuso toda clase de medidas para limitar la movilidad hacia Estados Unidos. El Senado llegó al extremo de aprobar la presencia de agentes norteamericanos armados, en nuestras estaciones migratorias
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