Del otro lado de la línea telefónica la voz del director y violinista mexicano Carlos Miguel Prieto (Ciudad de México, 1965) suena como la de un muchacho que inicia su carrera; su entusiasmo por el regreso del Festival Mozart Haydn, que tendrá lugar a partir del 24 de mayo en el Centro Cultural Roberto Cantoral, de la mano de la Orquesta Sinfónica de Minería, y su frase siempre tuve la ilusión de que regresara, así lo muestran.

En charla con La Jornada, el también violinista y director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de México habla de las presentaciones que realizará en unos días en Ciudad de México, urbe que considera con una gran tradición cultural, que exigía retomar esta fiesta sonora, pues ambos autores, Mozart y Haydn, forman parte del periodo clásico, cuya difusión es absolutamente necesaria.

Recuerda que cuando participó en la creación de este proyecto, en 1999, y que permaneció, consecutivamente de manera anual hasta 2005, nunca imaginé que tuviera tanto éxito; por ello, acepta, esa etapa lo marcó de manera especial.

Esta serie de presentaciones se realiza en el contexto del cuadragésimo aniversario de la formación de la Orquesta Sinfónica de Minería, de la cual es director musical.

Desde hace tiempo se prepara el Festival Mozart Haydn. Llevo todos estos años soñando con el regreso de este festival, dice, y agrega que los participantes tenemos el compromiso y más experiencia. Los músicos que nos presentaremos ahora en Ciudad de México llevamos trabajando mucho tiempo juntos, y eso se nota en la ejecución.

Para esta vuelta a las salas de esta festividad musical, el director, bajo cuya batuta han estado figuras como Joshua Bell, Augustin Hadelich y Yo-Yo Ma, hace hincapié en que los solistas que lo acompañan en esta empresa son de altísimo nivel, ilustres: Jorge Federico Osorio al piano, Shari Mason en el violín, Roberto Díaz en la viola y Asier Polo en el violonchelo.

Otro de los elementos que destaca Prieto es, refiere, la calidez de la sala, la cercanía con el público, que sienta la energía, y la interpretación madura de los ejecutantes.

El director que ha llevado la batuta de orquestas como las filarmónicas del Elba, la Real de Liverpool y la de Estrasburgo, así como de las orquestas sinfónicas de Bournemouth y de Auckland, asegura que el público que acuda a los conciertos del jueves 24 y 31 de mayo, y al del 28 de junio en el foro Cantoral, será recompensado por nuestra honestidad con que presentamos este proyecto esencial de la música de cámara de la Orquesta Sinfónica de Minería.

En el primer día se ha programado de Haydn la Sinfonía Número 38; de Mozart el Concierto para piano y orquesta número 19 –con Jorge Federico Osorio como solista en el piano– y la Sinfonía número 40 en sol menor; en la segunda fecha figura la Sinfonía número 94 Sorpresa y la Sinfonía número 45 Los adioses, de Joseph Haydn, y de Wolfgang Amadeus Mozart la Sinfonía concertante para violín y viola –con los solistas Shari Mason en el violín y Roberto Díaz en la viola–; en tanto que para cerrar presentaciones en la cala Roberto Cantoral, la Orquesta Sinfónica de Minería interpretará, de Mozart, la Sinfonía número 35 Haffner; de Bochherini el Concierto para violonchelo número 2 –con la ejecución solista en el violonchelo de Asier Polo– y de Haydn, la Sinfonía número 103 Redoble de timbal.

Sí votaré

En tiempos electorales, como los que se viven en México, Carlos Miguel Prieto es cuidadoso al emitir su opinión; sin embargo, expresa que como músico, igual que otros colegas, tenemos una visión de largo plazo, que rebasa este periodo.

Finalmente, el director orquestal, violinista, que también se graduó como ingeniero por la Universidad de Princeton, donde fue concertino de la orquesta, además de haber obtenido una maestría en administración de empresas en la Universidad de Harvard, señala que el día de las elecciones en nuestro país, el primero de julio, dirigirá un concierto con la Orquesta Sinfónica Nacional de México en el Palacio de Bellas Artes.

Soy músico, y no me meto en la política, pero le deseo al país lo mejor. Y sí, sí votaré.