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A cargo del colectivo Tepito Arte Acá, se montó en la calle Mariano Matamoros, en la Morelos

Folclor, barrio y color ofreció la obra de teatro callejero El pachuco y el jaguar

Es hora de reconocer a las culturas de pueblos y colonias; ahí está la riqueza: Virgilio Carrillo

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El montaje está basado en el libro Así no era la era del Quinto Sol, de Everardo Lara; contó con la dirección de Susana Meza y producción de Virgilio CarrilloFoto Jorge Caballero
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 19 de mayo de 2018, p. 7

A un costado de la iglesia de Santa Ana Atenantitech, el templo donde históricamente comenzó la esclavitud de la corona española y el lugar en el que Cuauhtémoc, el último emperador azteca, se rindió ante los conquistadores, el sonido del caracol anuncia el inicio de la ceremonia. Un grupo de coloridos y elegantes catrines irrumpen y saltan a lo largo de la calle, mientras algunos vecinos de Tepito y la colonia Morelos terminan de acomodarse para presenciar la función de la obra El pachuco y el jaguar.

La historia en este lugar se respira en cada rincón, donde se conjuntan épocas y personajes que sobreviven entre sus vecindades y comercios. En esta legendaria parroquia, ubicada en el corazón del barrio de Tepito, la calle Mariano Matamoros, el héroe insurgente, también celebró su primera misa en 1796.

Es en ese mismo tránsito a través de diversos pasajes de la historia mexicana de los pueblos prehispánicos y modernos que se desarrolla el montaje basado en el libro Así no era la era del Quinto Sol, de Everardo Lara, y llevado a escena por el colectivo Tepito Arte Acá, bajo la dirección de Susana Meza y producción de Virgilio Carrillo.

Folclor, barrio y color en una apuesta con 35 artistas en escena que retrata una aventura fantástica sobre el fin del mundo al tiempo que invita a los espectadores a una reflexión sobre la valoración de nuestra raíz indígena, el consumo de productos transgénicos y la política mexicana, señalada por la corrupción y la impunidad.

En el montaje, presentado el martes a las afueras de la parroquia de Santa Ana ante unas 500 personas, hay frentes que se unen bajo un solo fin: los que luchan contra la siembra del maíz transgénico, los que combaten por el bien del pueblo y los que representan al México prehispánico, juntos para abatir a la clase política corrupta, representada por el personaje del senador Torrado.

Bajo este mismo pensamiento de resistencia, es el propio Virgilio Carrillo quien exalta que el arte también es una forma de construir otra realidad. “Lo hemos constatado en estos cinco años recientes dando talleres en los que los niños aprenden a socializar, a actuar, a contar historias, a danzar, a pintar, a actuar a ser el nosotros.

Es momento de dar reconocimiento a las culturas populares de pueblos, barrios y colonias. Ahí está la riqueza estética, ética y económica humana, agregó el integrante del colectivo Tepito Arte Acá desde hace 35 años ante el público, entre el que se encontraba el candidato de Morena a la alcaldía por la delegación Cuauhtémoc, Nestor Núñez.

Mensajes poderosos en tiempos electorales, en un barrio que existe porque resiste.

La neta me quito el sombrero, me llena de felicidad ver teatro en la calle, y muy bien logrado, opina Javier Zaragoza. En estos momentos tan violentos en Tepito, por la lucha entre la delincuencia por apañar el territorio, este trabajo me conmovió muy cabrón.