Homenaje en Argentina al corresponsal de La Jornada
cifras fríasde la violencia
Sus textos dieron nombre e historia a las víctimas, destacan
Jueves 17 de mayo de 2018, p. 13
Buenos Aires.
En un homenaje realizado en el Centro Cultural de la Cooperación –al cumplirse un año del asesinato del periodista mexicano Javier Valdez Cárdenas– la escritora y profesora Dina Grijalva y la editora general del periódico sinaloense El Debate, Andrea Miranda, quien estuvo en un Congreso realizado en Buenos Aires, recordaron la trayectoria del fundador del semanario Ríodoce y corresponsal de La Jornada de México, destacando su valentía para denunciar la tragedia vivida en el país, sus valores literarios y su ejemplo de dignidad.
En un acto coordinado por la corresponsal de La Jornada en Argentina, Stella Calloni, ante dirigentes de organismos humanitarios, periodistas e integrantes de la asamblea de mexicanos residentes en esa país, ambas leyeron textos sobre Valdez y elogiaron sus libros, de los cuales algunos párrafos fueron leídos por los jóvenes de la asamblea, donde se destacó la importancia del trabajo del periodista, quien trascendió las cifras frías con que se maneja la información sobre asesinatos, secuestros y desapariciones en México, para poner nombres e historias a las víctimas.
Es fundamental que no se cuente esta historia sólo en cifras, ya que detrás hay seres humanos, periodistas que han desafiado el miedo y el terror para decir la verdad, para rescatar la humanidad de esas víctimas y la memoria reciente de los pueblos.
La dramática situación en Sinaloa, el ataque a los medios de comunicación, como sucedió con Ríodoce y Debate, el asesinato y secuestros (levantones) no sólo de periodistas, sino de pobladores, conmocionó a los asistentes, surgiendo la propuesta de formar un comité de solidaridad, en el que tendrán un lugar destacados periodistas argentinos y del Frente de Comunicadores para la Libre Expresión de los Pueblos.
Surgió el nombre del periodista Rodolfo Whals, quien fue desaparecido durante la pasada dictadura militar en Argentina, después de escribir una carta, que trascendió al mundo, denunciando los crímenes de los dictadores. Whals, se dijo, fue admirado y respetado por Valdez y el periodismo en Sinaloa.
Por la calidad, la fuerza, la riqueza del lenguaje y la coherencia del mensaje se comparó a ambos periodistas y escritores.
También se leyó el principio de una nota en el periódico La Jornada, que Valdez escribió después del asesinato de su compañera Miroslava Breach Velducea, corresponsal en Chihahua.
Es inevitable sentir que uno muere, aunque sea un poco, cuando hay este tipo de asesinatos. Si muere Miroslava morimos nosotros también. La sociedad entera sufre de amputaciones de oídos, ojos y manos que critican, denuncian, investigan y publican en los medios de comunicación. No es un periodista más, es una sociedad herida en la muerte de cada periodista
, conmoviendo a un auditorio que recuerda los miles de desaparecidos y asesinados de la pasada dictadura.