La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que en América hay un déficit de personal sanitario cercano a 800 mil profesionales en el sector, a lo que se suma una distribución inadecuada, pues la mayoría se concentra en las zonas urbanas con mayores recursos económicos, lo cual ha favorecido una creciente disparidad, pues mientras en Estados Unidos existe un promedio de 111.4 enfermeras por cada 10 mil habitantes, en Haití es de 3.5, y la media en los países de la región es de 10.4.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Enfermería, el organismo emitió ayer un informe para alertar sobre la necesidad de ampliar el rol que asumen las enfermeras en el primer nivel de la atención médica, y con ello mejorar el acceso a la salud para la población más pobre y en zonas rurales.

En el documento Ampliación del rol de las enfermeras y enfermeros en la atención primaria de la salud, destaca que en países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Finlandia se cuenta con enfermeras de práctica avanzada, quienes pueden diagnosticar, solicitar exámenes y realizar prescripciones médicas, mientras que en América Latina no existe este tipo de formación.

Se calcula que cerca 30 por ciento de la población en la región carece de acceso a servicios de salud por razones financieras y 21 por ciento por barreras geográficas.

Nada frena el déficit: OMS

En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para 2035, el déficit mundial de trabajadores de la salud será de 12.9 millones, muy arriba de los 7.2 millones de hoy, de los cuales 4.3 millones corresponden a médicos y enfermeras.

A estas carencias se suma que médicos en América Latina y el Caribe, al igual que en otras regiones, tieneden a migrar a la práctica de la medicina especializada y a los niveles de atención terciarios, por lo cual se alejan de los servicios de atención primaria de salud, generándose un vacío de trabajadores de la salud.

La OPS destaca que los roles más avanzados de las enfermeras se han implantado para mejorar el acceso a la atención en zonas con suministro limitado de médicos; maximizar el acceso a la atención primaria en salud, y permitir un seguimiento intensivo de pacientes con enfermedades crónicas en atención primaria. Por lo que el llamado es a fortalecer su formación profesional y a garantizar que puedan desarrollar su máximo potencial para alcanzar un acceso universal y equitativo de los servicios de salud.