Ganaron 2-1 con goles de Uribe e Ibargüen, mientras Gallardo descontó para los felinos
Domingo 6 de mayo de 2018, p. a15
Pumas cayó de forma irremediable ante América en el partido de vuelta de cuartos de final del torneo Clausura 2018 en el estadio Azteca. Las Águilas cul- minaron con una victoria 2-1 (6-2, global) la hazaña que consiguieron en Ciudad Universitaria, donde se habían impuesto 4-1. Los auriazules, en cambio, cayeron sin freno, con dos hombres expulsados y la moral pisoteada.
Ningún golpe de realidad tiene la contundencia de un gol tempranero. Ese que recibió ayer Pumas para recordarle que lo que necesitaba era más una historia fantástica que una épica.
Todo se arruinó con una pelota que perdió Marcelo Díaz y se robó Mateus Uribe. El colombiano se escapó desbocado rumbo al área, apenas la pisó y se la entregó al francés Jérémy Ménez, en una pared de rutina, quien engañó a los perseguidores universitarios. Mateus recibió el balón de vuelta y sólo tuvo que empujar para anotar el 1 a 0 que aplastó a los auriazules al minuto cuatro.
El cobro de una falta fue el punto de quiebre para los auriazules. Luis Quintana recibió una tarjeta amarilla; sus compañeros reclamaron y recibieron sendos cartones Pablo Barrera y Marcelo Díaz. El Chelo estaba incontrolable, reclamaba y vociferaba, el árbitro Marco Antonio Ortiz perdió la paciencia y sin contemplaciones lo expulsó al minuto 20. En las áreas técnicas estallaban a gritos, mientras el técnico David Patiño manoteaba angustiado. Un verdadero fogonazo de orgullo impulsó a Jesús Gallardo, quien corrió como poseído rodeado de americanistas. Se metió al área y con un disparo cruzado recordó lo que significa tener garra
. Consiguió un frágil empate 1-1 al minuto 43, sujeto apenas por unos alfileres.
Al volver del descanso, América volvió con más soltura. Pumas, ya con pocas esperanzas, parecían resueltos a sólo evitar otra goleada. Pero las Águilas tampoco capitalizaron la ventaja que representa tener un hombre más en la cancha. El equipo con la tranquilidad de un boleto seguro a la semifinal, estaba resuelto a reservar energías para la siguiente fase. El juego entonces se tornó un poco desangelado.
Para agregar drama universitario, Nicolás Castillo fue expulsado al minuto 70 –por una entrada contra Edson Álvarez–, quien se fue despotricando, pero dejó todavía más endeble a los Pumas, con nueve jugadores sobre la cancha.
Ya nada se jugaba, y en una pelota que parecía inofensiva y a la deriva, Andrés Ibargüen la prendió afuera del área y consiguió el 2-1 al minuto 79. Después de eso intentó otra, pero con una impotencia infantil, Alejandro Arribas abrazó al atacante; recibió una amarilla, le perdonaron la expulsión. No hubo sorpresas. Si acaso unos Pumas al que se le desmoronaron las ilusiones.