La víspera de abrirse la convocatoria del PRI al registro de aspirantes a la candidatura para gobernador en Yucatán, el presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, confirma su aspiración a ser electo abanderado del Revolucionario Institucional: aspiro con gran seriedad; soy el mejor para el consenso, pues tengo la experiencia, la energía y la confianza en la innovación.

El tres veces diputado federal –en dos presidente de la Mesa Directiva– y ex titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), considera haber hecho todo lo necesario para convertirse en candidato de su partido. Ahora ya no está en mis manos; mi primera característica, es que soy el mejor para el consenso, y consenso significa que puedo obtener más ventajas para Yucatán.

Panucho de pavo

Conocido entre los priístas como el prócer –palabra usada por él recurrentemente–, con evidente capacidad negociadora y habilidad político-electoral, Ramírez Marín argumenta que es aspirante con derecho ganado.

Esa convicción es manifiesta y es seria. Yo creo que no es malo tener este tipo de aspiraciones, he convivido con otros que también las tienen, hemos transitado sin problema hacia encontrar una solución, y precisamente hoy he buscado la forma de que podamos encontrar en la unidad una alternativa mejor.

–¿Una contienda interna por la candidatura provocaría una guerra que divida a los aspirantes?

–Mi postura ha sido siempre la misma, hay que buscar la unidad. En términos generales el proceso ha sido bastante tranquilo, todos han tenido posibilidades de poner sus ideas a discusión en distintos foros. El comité directivo estatal tiene que estar seguro de que los aspirantes debemos asumir una postura seria de compromiso con el partido y hacer lo que el partido pide, yo no creo que eso tenga nada de malo.

–¿Usted aboga por la inclusión? –se le preguntó.

–Eso es fundamental, y para buscar inclusión tienes que tener una pieza que sea capaz de armar consensos entre grupos empresariales, normalmente distanciados; entre grupos de Yucatán e internacionales que todavía no se conocen y no se han estrechado la mano; entre sectores en la vida agrícola o ganadera del estado que están desperdigando esfuerzos, cuando podríamos reunirlos todos y lanzarnos a un mismo objetivo. Creo que un hombre de consensos es muy bueno para Yucatán. Yo creo que con los antecedentes de un gobierno serio, como el de Rolando Zapata, tenemos las bases para hacer un gobierno con estas características y mejor todavía.

–La pobreza es creciente en el país, en Yucatán y en todas las naciones, ¿cómo enfrentarla?

–La batalla contra la pobreza, en mi opinión, debe abarcar dos aspectos fundamentales: El primero, abatir las desigualdades de servicios y, el segundo, generar las oportunidades de empleo y de educación. Entonces, si tú creas empleos cerca de los municipios para mujeres, sobre todo, vas a abatir rápidamente la pobreza.

–¿Qué mensaje envía a sus correligionarios que aspiran a la candidatura?

–Yo les digo a todos mis contendientes que tengan la confianza en que no soy un factor de desunión. Les yo les pido que tengan confianza en que si a mí me corresponde llevar la bandera del gobierno del estado lo voy hacer favoreciendo la inclusión y que los consensos empiecen precisamente en la interacción de nuestro equipo. Haremos un sólo equipo.

–¿Lo ven a usted como una imposición?

–Es una palabra que no me han dicho y me han dicho cualquier cantidad de cosas, pero no, yo creo que la gente sabe que soy más yucateco que un panucho de pavo.

–¿Se le debe ver como el candidato del Presidente?

–Lo importante no es de quién eres candidato, lo importante es si puedes ganar. Yo creo que esa es una amistad que me va a acompañar mucho tiempo en la vida y se debe fundamentalmente a dos cosas: la oportunidad que tuve de conocer al Presidente y en segundo lugar a su extraordinario carácter con sus amigos.