Desde su registro hace tres años y medio Morena inició un crecimiento inusitado, tanto en su padrón, como en cargos de representación popular y financiamiento público, avance que lo coloca como la tercera fuerza política nacional y en posición de disputarle al PRI la Presidencia de la República en las elecciones de 2018.

Fundada por Andrés Manuel López Obrador en 2011 como asociación civil, con el nombre de Movimiento de Regeneración Nacional, este partido pasó de tener casi medio millón de afiliados en 2014 a 2.5 millones en la actualidad, y de un financiamiento público de poco más de 33 millones de pesos a cerca de 392 millones. Para 2018, cuando se disputarán casi 3 mil 500 cargos de elección popular, recibirá prerrogativas por más de 649 millones de pesos.

El aumento de militantes de Morena se ha convertido en una constante desde que López Obrador renunció al Partido de la Revolución Democrática (PRD) después de que sus dirigentes, encabezados por los líderes de Nueva Izquierda, se sumaron al Pacto por México impulsado por Enrique Peña Nieto, a unos meses de que el tabasqueño acusó al priísta de haberle robado la Presidencia de la República.

Morena participó por primera vez en las elecciones de junio de 2015, cuando le arrebató al sol azteca cinco jefaturas delegacionales –Tlalpan, Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Xochimilco y Tláhuac–, así como el predominio en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, al obtener 20 diputados contra 17 de PRD.

También logró 35 diputaciones federales y 14 locales, así como alcaldías, pese a su controversial sistema de selección de candidatos, mediante una combinación de sorteos, encuestas y designaciones por consenso.

Derivado de la fractura del PRD en el Senado, y del éxodo de legisladores de diversos partidos, hoy cuenta con dos bancadas importantes en el Congreso, con 46 curules en San Lázaro y 16 senadores agrupados en lo que se conoce ahora como la fracción PT-Morena.

Según datos de la secretaría de organización de Morena gobiernan en 35 municipios: Calkini, Campeche; Valladolid, Yucatán; Yurécuaro, Michoacán; Texcoco, estado de México; Comalcalco, Tabasco; Chilcuautla, Hidalgo; 12 en Oaxaca y 17 en Veracruz –entre los que destacan la capital, Xalapa, y los ayuntamientos petroleros de Coatzacoalcos, Minatitlán y Poza Rica.

En las elecciones a gobernador de junio del año pasado el partido se colocó en los primeros lugares de votación en entidades controladas antes por el PRI.

En Zacatecas, su candidato David Monreal obtuvo poco más de 180 mil votos, que lo ubicaron como segunda fuerza, detrás del candidato de la alianza PRI-PVEM-Nueva Alianza, Alejandro Tello, quien obtuvo más de 247 mil sufragios.

Mientras tanto, con Cuitláhuac García, en Veracruz, alcanzaron el tercer sitio, lo mismo que en Oaxaca, donde postularon a Salomón Jara.

Para las elecciones de 2017 en el estado de México, pese a la victoria del candidato priísta Alfredo del Mazo, registró un fuerte avance en las principales áreas metropolitanas y obtuvo la mayoría de sus votos en ayuntamientos clave para el tricolor, entre ellos Ecatepec. También arrebató al PAN espacios del llamado corredor azul, como Naucalpan.

Delfina Gómez, la ex candidata a la gubernatura mexiquense, ganó en Tultitlán, Tlalnepantla, Coacalco, Cuatitlán Izcalli, Valle de Chalco, Teoloyucan, Tultepec, Zumpango, Tecámac y Metepec, además de Texcoco, donde su partido es gobierno.

Durante una sesión de su congreso nacional, López Obrador expuso que en los comicios de julio pasado en cuatro estados, superaron al PAN con 650 mil sufragios y al PRD con un millón 200 mil. Del PRI quedaron cerca, pues el tricolor registró una votación de 2 millones 900 mil votos, mientras Morena superó los 2.5 millones.

Morena trabaja para fortalecer su estructura electoral rumbo a las elecciones de 2018, donde irá en coalición con el Partido del Trabajo, y desde hace meses empezó con la definición de candidaturas, proceso que ha propiciado agudas diferencias internas.

El caso más sintomático es el de Claudia Sheinbaum, cuya designación como coordinadora de organización territorial en la Ciudad de México –lo que la convierte en la eventual abanderada para la jefatura de Gobierno–, propició el alejamiento del jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, mientras otro grupo de morenistas impugnó, sin éxito, el nombramiento ante las instancias partidistas.

Otro caso es Puebla, donde 170 consejeros estatales rechazaron que el senador Miguel Barbosa fuera coordinador de organización de estructura, pero de todas formas se convirtió en el eventual candidato a gobernador del estado.

El partido de López Obrador cuenta hasta ahora con 65 mil comités en las 68 mil 112 secciones electorales del país, lo que, de acuerdo con ese partido, significa que más de 900 mil ciudadanos, cuadros o dirigente sociales trabajan por fortalecer al instituto político en ejidos, comunidades, rancherías, pueblos, unidades habitacionales, barrios y colonias.