El pintor Juan Carlos del Valle, un romántico oscuro perfecto, tiene predilección por los temas de penumbra, media luz y medio tono. Es más de interiores que de exteriores. Por ello se buscó un elemento flexible presente en su obra que pudiera estar en la de otros pintores, es decir, la oscuridad, para lograr un encuentro con la colección permanente del Museo Nacional de San Carlos.

El resultado es Relumbrante oscuridad: la manifestación del misterio, exposición íntima, de gabinete, pero contundente en cuanto a contenido, que reúne 23 obras de Del Valle y 22 de autores de la colección de 2 mil piezas del recinto, de artistas como Francisco de Goya, Alberto Durero, Charles Michel, Johann Wilhelm Cordes y Luigi Calamatta.

Para Carmen Gaitán, directora del museo, la muestra ha permitido entablar un diálogo con obras que de pronto no exponemos. Añadió que a todos nos ha fascinado la oscuridad, la Luna, los vampiros, la hora del lobo, sobre las seis de la tarde que no es ni de noche ni de día.

Entrar en la noche “siempre trae revelaciones, siempre tiene una serie de incógnitas, para algunos fascinantes, que a unos amedrentan, mientras a otros inspiran.

Tenemos grandes poetas que se han inclinado a hablar de ese lado, porque la oscuridad nos remite a la nuestra. Todos tenemos un lado de luz y otro oscuro. Juan Carlos ha indagado en este mundo interno que nos constituye. Esta parte que también es admirable y deleitable, diría hasta morbosa.

Del Valle explicó en rueda de prensa haber estudiado pintura con el rigor demandante de la escuela tradicional española, que pone mucho énfasis en el dibujo y el oficio. Como pintor me adentré en esa oscuridad, en esos silencios. Para mí pintar y la pintura es, lo dijo Hemingway, como amar de nuevo. Este encuentro es como estar enamorado, porque cuando uno está así, no sabe qué decir. Entra en un estado de silencio, en un estado alterado físicamente de consciencia. Es un encuentro con esas almas románticas que trascienden el periodo en cuestión.

Dijo que jamás pinta para una exposición, el cuerpo de obra existe y posteriormente se conceptualiza. Por un deseo expreso del artista, fue invitada a curar la exhibición la crítica de arte Blanca González, quien de entrada dijo no estar muy convencida de que los acervos que no son contemporáneos se deban reforzar con artistas jóvenes.

Si aceptó el reto, añadió, es porque los pintores jóvenes hoy, en México, no tienen dónde exponer, no hay espacios que se les abran, museos que les permiten exhibir.

González consideró que Del Valle trabaja la oscuridad como un elemento que le permite expresarse desde su etapa formativa. La oscuridad no es un estilo, sino una manera de sentir.

Nos dimos cuenta de que la oscuridad es un excelente elemento para manifestar el misterio, porque tiene que haber una interacción con la luz para que se vea. De esto trata la exposición.

Relumbrante oscuridad se inaugura hoy a las 12 horas en el Museo Nacional de San Carlos (Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera).