El Partido Acción Nacional (PAN) llega a las elecciones presidenciales de 2018 con más gobiernos estatales y municipales que nunca antes en su historia, pero al mismo tiempo arriba fracturado y con serias pugnas entre calderonistas y anayistas.

De acuerdo con las primeras mediciones internas sobre el impacto que tuvo la salida de Margarita Zavala de las filas del blanquiazul, la aspirante presidencial por la vía independiente cuenta con 6 por ciento de las preferencias electorales.

Se trata de una cifra que puede parecer menor, pero que vale oro en el escenario de una contienda cerrada por Los Pinos entre Morena y el PAN, advierten dirigentes panistas, quienes dan por hecho que el rival a vencer será Andrés Manuel López Obrador, aun con la postulación de José Antonio Meade como candidato a Los Pinos por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La cúpula del blanquiazul espera compensar esa pérdida de votos con los que puedan aportar los partidos de la Revolución Democrátyica (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), en caso de que se concrete la coalición electoral que están negociando.

Ha crecido 140 por ciento

En la actualidad, el PAN tiene en su poder las gubernaturas de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Nayarit, Puebla, Tamaulipas, Querétaro, Quintana Roo y Veracruz.

Gobierna a casi 39 millones de mexicanos, esto es, 32.77 por ciento de la población.

En 2015 sólo contaba con cinco gobiernos estatales, lo que significa que para 2017 logró un crecimiento de 140 por ciento.

Con ello, este partido llegará en mejores condiciones a la elección presidencial que en 2000 y 2006, cuando ganó Los Pinos. En esos años tenía siete y nueve gubernaturas, respectivamente.

De los estados que gobierna en la actualidad, tres presentan alta concentración de electores: Veracruz, 5.5 millones; Puebla, 4.3 millones, y Guanajuato, 4.2 millones.

En cuanto a municipios, gobierna 574, entre los que se encuentran Aguascalientes, Mexicali, La Paz, Chihuahua, Saltillo, Colima, Durango, León, Naucalpan, Puebla, Tepic, Querétaro, Mérida y Boca del Río. En 2015 tenía 356.

Tras la debacle electoral de 2012, cuando perdió la Presidencia y quedó en tercer lugar en las preferencias electorales, abajo de PRI y PRD, Acción Nacional ha registrado una sorprendente recuperación. Sin embargo, ésta no le alcanzó para lograr la meta de ganar la gubernatura del estado de México.

En esa entidad quedó en cuarto lugar en la votación, con 11.29 por ciento, abajo del PRI, que obyuvo 33.72 por ciento; Morena, 30.81, y PRD, 17.79 por ciento.

En este contexto, los cuestionamientos al padrón de militantes que no termina de ser depurado tras haber sido inflado de manera artificial y la escasa estructura territorial del blanquiazul, las disputas entre los grupos panistas se han agudizado.

Contra la costumbre de no ventilar públicamente sus diferencias, calderonistas y anayistas se han enfrascado en una reyerta que ya tiene a senadores de la primera corriente bajo un proceso de investigación y eventual sanción.

Las principales causas del pleito han sido la candidatura presidencial del partido y que el dirigente nacional, Ricardo Anaya, ha utilizado los recursos del PAN para promover sus aspiraciones a Los Pinos. Aunque también se han sumado otros temas de coyuntura.

Uno de ellos fue la elección del presidente de la mesa directiva del Senado, en la cual los legisladores Ernesto Cordero, Roberto Gil, Salvador Vega, Javier Lozano y Jorge Luis Lavalle fueron acusados de traicionar a  su partido por votar junto al PRI para que el primero ocupara el puesto sin contar con el aval de su bancada.

La determinación de este grupo les valió el adjetivo de prianistas que les adjudicó su correligionario Ernesto Ruffo.

Días después de esta polémica, Margarita Zavala anunció su decisión de abandonar las filas del PAN para buscar la candidatura presidencial por la vía independiente. Se esperaba que junto a ella, otros militantes salieran del blanquiazul. Pero hasta el momento se sabe que sólo su cuñada, Luisa María Calderón, y José Luis Luege han renunciado.

La hermana del ex presidente Felipe Calderón dimitió para buscar una diputación federal por la vía independiente y Luege para contender por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Otros panistas cercanos a Zavala anunciaron que permanecerán en el partido, entre ellos los senadores citados.

El hecho de que no se diera la desbandada ha provocado que la dirigencia panista minimice el impacto que tendrá en su votación la posible candidatura independiente de Zavala.

Sin embargo, otros grupos internos ya midieron el impacto. Según sus estudios, la ex diputada tenía a principios de noviembre una intención de voto de 6 por ciento y encuestas públicas recientes la ubican con 8 por ciento.

Si bien los panistas consultados estiman que esa cifra podría bajar a 3 por ciento en cuanto se inicien las campañas, consideran que es suficiente para que el abanderado panista no triunfe en los comicios presidenciales si, como se espera, la contienda por Los Pinos será muy cerrada.