El presidente y fundador de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), Miguel Álvarez Gándara, fue galardonado con el Premio Nacional de Derechos Humanos 2017 por su destacada trayectoria en la promoción efectiva y defensa de las garantías fundamentales y su diálogo permanente en favor de la construcción de la paz.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) otorgó el reconocimiento al activista y promotor de la paz desde hace más de cuatro décadas, y confirió mención honorífica a Lucía de los Ángeles Díaz Genaro, por su dedicada labor en la búsqueda de personas desaparecidas como integrante del Colectivo Solecito de Veracruz. El acuerdo se publicó ayer en el Diario Oficial de la Federación.

La entrega del premio se llevará a cabo el día que determine el titular del Ejecutivo federal, en los términos que señala la ley.

Álvarez Gándara ha sido promotor, mediador y asesor de movimientos, organismos y redes civiles, sociales, académicas y eclesiales tanto en México como en América Latina, en temas relacionados con la paz, solución de conflictos, justicia, derechos humanos e indígenas, y democracia.

Participó en los diálogos entre el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Fue secretario del fallecido obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, y secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) entre 1994 y 1998. Fue el primer director de Serapaz (1996 a 2006) y desde 2008 preside el organismo.

Una semblanza del galardonado difundida por Serapaz señala que desde pequeño tuvo acercamientos con personajes como el obispo Sergio Méndez Arceo, historiador e ideólogo de la Teología de la liberación. A los 14 años fue alfabetizador en las ladrilleras del suroeste de la Ciudad de México. Estudio en el Instituto Patria y participó en el movimiento estudiantil de 1968. En 1970 comenzó el proceso de las comunidades eclesiales de base.

Ese año inició la licenciatura en ciencias técnicas de la información en la Universidad Iberoamericana y se tituló en 1976. Luego cursó las maestrías de sociología, ciencias políticas y educación en la Universidad Nacional Autónoma de México.

En las décadas de los 70 y 80 trabajó con comunidades indígenas. En los 90 fue secretario ejecutivo del Grupo de Obispos Amigos, que coordinaba José Laguno, obispo de la Tarahumara.

Otro personaje clave en su formación fue el ex rector de la UNAM Pablo González Casanova, con quien coordinó el Grupo Paz con Democracia, formado por ex miembros de la Conai y de otras instancias.