María Angélica Luna Parra, directora del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), murió el miércoles por la noche a causa de cáncer de colón. Licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana, desde el comienzo de la actual administración federal se desempeñó en ese cargo y era experta en políticas públicas y planeación del desarrollo.

Nació el 14 de febrero de 1943 y a lo largo de su trayectoria de 50 años en el ámbito oficial y privado ocupó diferentes cargos públicos y de representación popular. Trabajó a escala federal, estatal y municipal en el diseño y operación de políticas sociales, en materia de desarrollo regional y metropolitano, y en temas de género, inclusión social, lucha contra la discriminación y participación democrática de la sociedad civil, de acuerdo con la semblanza del Indesol.

En días recientes recibió dos reconocimientos, uno por la Asociación de Egresados de la Universidad Iberoamericana por su compromiso con la participación democrática de la sociedad civil y otro del Centro Mexicano para la Filantropía, por su trayectoria.

El 23 de octubre, Luna Parra acudió al Instituto Nacional de Administración Pública donde se le rindió un homenaje por su contribución al desarrollo de la administración pública del país y se designó con su nombre a un aula.

En esa ocasión en un mensaje señaló que si algo he aprendido es que la sociedad tiene una gran capacidad creativa, lo que se traduce en democracia creativa, capaz de encontrar huecos en la rigidez de la administración pública o política y encuentra caminos para hacer cambios.

En agosto recordó que el Programa de Coinversión Social, creado por ella en la administración de Luis Donaldo Colosio, tiene como fin trabajar en conjunto con las organizaciones civiles no es peso por peso, sino que se les estimula para que aporten modelos de atención, continuidad, cercanía con la gente y genere acciones que propicien el desarrollo.

Entre los cargos que ocupó, Luna Parra fue titular en la delegación Álvaro Obregón, miembro del Consejo Consultivo del Programa Nacional de Solidaridad y de la Secretaría de Desarrollo Social, coordinadora de Vinculación y Concertación Social en la Sedesol en la gestión de Colosio.

Fue subdirectora General del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, diputada local por el PRI en la primera Asamblea Legislativa del Distrito Federal y directora general del Centro de Estudios sobre Marginación y Pobreza del Estado de México. En el ámbito académico fue asociada honoraria del Inap, donde fue consejera, secretaria Ejecutiva del Consejo Directivo y coordinadora de Consultoría.

Volvió a la Sedesol en 2012 para ocupar la dirección del Indesol. Los servicios funerarios se realizaron en el Panteón Francés. Le sobreviven su esposo Luis Linares y sus hijas María Angélica, Constanza y Viviana.