El flujo de centroamericanos al país, la repatriación de mexicanos de Estados Unidos y el arribo de migrantes extracontinentales pueden generar presión presupuestaria y en las políticas nacionales en la materia, advirtió ayer en el Senado el director general de Control y Verificación Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), Mario Madrazo Ubach.

Al participar en el segundo y último día de las Jornadas de Análisis del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regulada, estimó que cada año transitan por el país 500 mil personas de manera irregular, la mayoría de las cuales son centroamericanas. El año pasado, refirió, el INM detuvo en las estaciones migratorias a 200 mil indocumentados, de los cuales, 90 por ciento provenían de esa región.

Esa situación, señaló, genera gran presión, sobre todo de carácter financiero, para las instituciones que estamos obligadas a actuar en este tema, por lo que debemos movilizarnos, ya que se trata de una población de mayor vulnerabilidad .

Madrazo Ubach consideró que el mayor reto en la materia lo constituye el éxodo intercontinental y su arribo al país. Como ejemplo de ello, explicó que en 2013 el INM retuvo a personas de 50 nacionalidades, pero el año pasado fueron de 91.

Sostuvo que la actual coyuntura “es la más compleja que se ha vivido, debido a que el gobierno de Estados Unidos está considerando la mayor repatriación de connacionales; no obstante, en el país estamos preparados para recibirlos, dijo.

La mayor deportación de mexicanos tuvo lugar en 2009, durante el gobierno de Barack Obama, cuando nos enviaron a medio millón que se encontraban de manera irregular en ese país, y no se presentó ninguna crisis ni en universidades ni en empleo.

Detalló que el volumen de deportaciones se reducido: el año pasado recibimos a 200 mil, pero si sumamos a éstos los centroamericanos y los extracontinentales, estamos seguros de que se va a generar una carga extraordinaria en algún lugar de nuestras políticas y del presupuesto. Aquí es donde apelamos a la responsabilidad, señaló.

El director general del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, Juan Carlos Mendoza Sánchez, indicó que más de 12 millones de connacionales viven en el exterior, y la mitad de ellos se encuentran en condición ilegal.

Por primera vez, dijo, son más los mexicanos regularizados en Estados Unidos que los que no lo están. Hay 3.9 millones de residentes autorizados, y de ellos, 3.4 millones son susceptibles de obtener la ciudadanía.

Destacó que hay 27.7 millones de connacionales de segunda y tercera generaciones con quienes debemos seguir trabajando, porque esos son los que se pueden incluir en las políticas públicas de Estados Unidos.