A Francisco Bandido Vargas le cambiaron la apuesta. Mientras se preparaba para regresar al cuadrilátero, tras un año inactivo por las lesiones en las cejas, su adversario original, Mickey Román, recibió la oferta de disputar el cinto interino superpluma, tras la lesión del monarca Miguel Berchelt, en la misma función el 9 de diciembre en Las Vegas.

Bandido trabajó duro para volver y Román representaba una prueba salvaje. El cambio no le inmutó. El nuevo oponente, el inglés Stephen Smith, le resulta aceptable, incluso le ve cierto parecido con al estilo de Mickey.

No me afecta demasiado porque yo me concentré en llegar muy bien para mi regreso y no tanto pensando en el rival, cuenta Bandido; Smith y Román tienen estilos parecidos, así que sigue el plan, no importa quién sea el rival.

La parquedad de Bandido obedece a que tiene bien fijas sus metas. Los adversarios son importantes, pero su mirada está puesta en conseguir lo que quiere y por ahora lo que le interesa es someterse a la prueba del retorno al boxeo.

Mis cicatrices ya quedaron bien, dicen mis médicos, así que ahora lo único es ponerme a prueba en la pelea, pero no me siento preocupado, confío en que ya esté listo para retomar mi carrera.

Otra de sus metas, casi inmediatas, era tener otra oportunidad de disputar un título del mundo, después de que lo perdió ante Miguel Berchelt en enero de 2017, pero la lesión del monarca complica el escenario. El CMB decidió poner en juego un campeonato interino, que disputarán Orlando Salido y Román.