Moscú.

La FIFA defendió el derecho de Rusia a organizar la Copa del Mundo mientras salen a relucir cada vez más escándalos de dopaje en el país, y afirmó este martes que no hay evidencia de que exista esa practica generalizada en el futbol ruso.

Durante los recientes meses, Rusia perdió docenas de medallas olímpicas por casos de dopaje y encubrimiento, incluyendo la manipulación de muestras.

El futbol es uno de los deportes donde aparentemente se ocultaron casos de dopaje, según reveló el año pasado una investigación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

Con base en la información que tenemos, no podemos hablar de dopaje generalizado en el futbol ruso, afirmó ayer la secretaria general de la FIFA, Fatma Samoura, tres días antes del sorteo del Mundial en el Kremlin.

Agregó que todas las muestras recopiladas en el Mundial serán enviadas a un laboratorio en Lausana, Suiza, para ser analizadas.

Por otro lado, los servicios de inteligencia rusos acusaron este martes a Grigori Rodchenkov, quien destapó el escándalo de dopaje en el deporte de esa nación, de haber dopado personalmente a los deportistas de ese país y de haber manipulado los tests, a sólo unos días de la decisión sobre la participación de Rusia en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno.

Rodchenkov, cuyas revelaciones desencadenaron una vasta investigación sobre Rusia, era el director del laboratorio antidopaje de Moscú hasta noviembre de 2015. Refugiado en Estados Unidos, se halla en búsqueda y captura por la justicia rusa.

Con base en 700 interrogatorios, el comité de investigación ruso desmintió cualquier tipo de dopaje organizado por el Estado.

El señor Rodchenkov distribuyó él mismo sustancias médicas a los deportistas y entrenadores, que no estaban al corriente de sus efectos, y que fueron posteriormente considerados como dopaje, se explica en un comunicado.

Moscú acusó igualmente a la AMA de no haber tomado medidas reales para trabajar conjuntamente con los investigadores rusos sobre la base de los datos del antiguo laboratorio de Rodchenkov, quien habría podido acceder a dicha base a distancia desde Estados Unidos.