Uno de los afectados, vecino del gobernador
Lunes 27 de noviembre de 2017, p. 31
Un grupo delictivo no identificado entró al más exclusivo conjunto residencial de la zona conurbada de la capital de Zacatecas, el fraccionamiento Conde de Bernárdez, y saqueó la residencias de ex procurador de Justicia Arturo Nahle García (hoy magistrado del Tribunal Superior de Justicia del estado) y la de Héctor Pastor Zirahuén, secretario del ayuntamiento de la ciudad de Guadalupe.
El allanamiento fue perpetrado la tarde del sábado, a pesar de que el fraccionamiento tiene un solo punto de acceso y salida, además de que cuenta con vigilancia privada, la cual, aseguró Nahle García, no permite el ingreso ni a policías municipales.
Arturo Nahle mencionó que sus vecinos son el gobernador Alejandro Tello Cristerna y Raúl Jesús Izabal Montoya, delegado de la Procuraduría General de la República en Zacatecas, entre otros funcionarios estatales y federales.
En San Luis Potosí, cinco personas, incluida una mujer, fueron halladas muertas en la comunidad Los Matías, municipio de Villa de Zaragoza, con impactos de bala y signos de tortura.
En tanto, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que al menos una persona murió y un policía estatal resultó herido ayer en un enfrentamiento ocurrido en Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo, entre agentes estatales y civiles armados que llegaron a bordo de varias camionetas.
Recuerdan a empresarios asesinados en Guerrero
Al menos 30 familias afiliadas al colectivo Siempre Vivos de Chilapa, Guerrero, conmemoraron ayer tres años de que fueron hallados los cadáveres de los empresarios Hugo y Alejandrino Díaz Navarro; de Vicente Apreza García, dueño de una constructora en Olinalá, así como de los arquitectos Jesús Romero Mujica y Mario Montiel Ferrer, oriundos de Cuautla, Morelos, todos ellos secuestrados previamente.
Los activistas participaron en una misa efectuada en la catedral de Chilapa de Álvarez y posteriormente se trasladaron al crucero de Tecoyutla, en la carretera Chilapa-Acatlán, donde exigieron verdad y justicia para las víctimas de los plagios y homicidios citados.