Tras advertir que a la fecha ascienden a 65 millones de pesos las pérdidas en ventas para 50 empresarios de diferentes giros mercantiles, en su mayoría restaurantes, las cuales podrían llegar a 115 millones de pesos si se suma la temporada de Navidad y Año Nuevo, considerada la más fuerte del año, Jaime Valencia, vicepresidente de la asociación de empresarios de la Zona Rosa Por el México que Deseamos, demandó la intervención directa del jefe de Gobierno de la Ciudad de México para que dé prioridad a la apertura de la calle Génova.

Aunada a esa situación tendremos que absorber el pago de aguinaldos a cien por ciento, además de que el cierre de los establecimientos por más de dos meses pone en riesgo 900 empleos, dijo en una conferencia de prensa que ofreció este domingo en las instalaciones de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo local.

Solicitó una mesa de trabajo urgente con el gobierno de la ciudad, con el objetivo de atender y resolver el problema del cierre de la calle Génova, en el tramo de Hamburgo a Paseo de la Reforma, así como la demolición del edificio ubicado en Génova número 33.

Adelantó que ante la falta de respuesta de las autoridades, que el 17 de noviembre durante un recorrido por la calle se habían comprometido a reabrirla el jueves 23, iniciarán una campaña en Paseo de la Reforma para sensibilizar a la autoridad y tener una respuesta pronta. Agregó que de no tener respuesta a más tardar el miércoles 29, iniciarán una jornada de volanteo y el bloqueo de la calle Florencia, en su cruce con Paseo de la Reforma.

El empresario dijo que la afectación refleja un abandono hacia los empresarios y sus inversiones y hacia cientos de trabajadores, quienes están dispuestos a sumarse a las movilizaciones en defensa de sus fuentes de trabajo.

Al respecto, el titular de la Secretaría de Obras y Servicios capitalina, Édgar Tungüí Rodríguez, señaló que en coordinación con las secretarías de Gobierno y de Protección Civil se estudia la manera de que se puedan reabrir los negocios aledaños al edificio.

La opción más viable, explicó, es que como parte de los trabajos de demolición se labora en la colocación de un tapial de madera y mallas para la protección de los transeúntes, para dar garantías o seguridad para que pueden reabir los comercios y pueda tener nuevamente vida económica esta zona.

Por otra parte, afirmó que las labores de demolición del edificio de Génova 33, de 10 niveles, dañado por el sismo del 19 de septiembre, no se han aplazado ni están suspendidos, al tiempo que reconoció que se trata del inmueble de mayor complejidad para su derrumbe por sus dimensiones, de casi 5 mil metros cuadrados de área, por lo que los trabajos requerirán varios meses.