El hecho de que en semanas recientes se haya presentado mayor actividad sísmica en las delegaciones Tlalpan y Coyoacán obedece a que los temblores del 7 y el 19 de septiembre activaron pequeñas fallas que existen en esas regiones de la capital, que normalmente no se encuentran tan activas ni con una magnitud perceptible, señaló Luis Quintanar Robles, responsable de la Red Sísmica del Valle de México.

En entrevista con este diario, el especialista explicó que la sismicidad con epicentro en la capital del país sí existe. Si vemos la cantidad de sismos ocurridos aquí en los años recientes, es considerable, aunque con magnitudes muy bajas, que no pasan de 3 o 3.1 grados, por eso no los sentía toda la población, sino nada más los que estaban en el epicentro.

Sin embargo, a raíz de los temblores del 7 y el 19 de septiembre, se incrementó la actividad en las dos delegaciones (Coyoacán y Tlalpan). Si viéramos el registro de los sismos inmediatamente después del que pasó el día 7, se vería que ocurrieron otros más pequeños, uno tras otro, aunque algunos no se sintieron por ser de 2.5 o 2.7 grados.

De acuerdo con el sismólogo, la energía que entra al valle de México con los temblores, cuyo epicentro se ubicó en otras regiones del país, reactiva las pequeñas fallas que se encuentran en todo el valle y produce movimientos telúricos de magnitudes más bajas. Se puede decir que los temblores grandes reactivan a los pequeños.

Quintana indicó que en el subsuelo de la capital del país hay múltiples fallas menores –muchas de las cuales son tan chicas que ni siquiera tienen nombre–, pero también otras que generan mucho más movimiento, sobre todo en la zona oriente de la Ciudad de México, debido al choque de placas tectónicas, pero también a la extracción excesiva de agua.

Informarse, vital

Recordemos que el subsuelo en muchas áreas está formado por los restos de antiguos lagos, y se producen movimientos diferenciados o hundimientos que se resienten en las zonas donde ocurren. En Chalco, por ejemplo, aparecen grietas en las calles y en las casas, causadas por esos movimientos diferenciales, abundó.

Ante la gran presencia de zonas de actividad sísmica en diversas regiones de la ciudad, Quintanar llamó a los capitalinos a informarse sobre el tipo de suelo en donde se asientan sus casas, así como de las condiciones en que se encuentran dichos inmuebles, para estar preparados en caso de nuevos movimientos telúricos.