Buenos Aires.

La búsqueda del submarino Ara San Juan, que de acuerdo con los informes del jueves pasado habría explotado, continuó este viernes con la participación de buques y 4 mil hombres en la zona del Atlántico sur, indicó el capitán Enrique Balbi.

El marino anunció la llegada –ayer por la noche– del avión ruso Antonov An-124, que transporta un grupo de rescate y el aparato no tripulado Pantera plus, capaz de operar a una profundidad máxima de mil metros y equipado con un sonar que escanea el fondo del mar y se sumará a la tecnología provista por la Armada de Estados Unidos.

Por primera vez desde la desaparición del submarino, hace nueve días, el presidente Mauricio Macri hizo una declaración pública para expresar su apoyo a los familiares y agradecer la ayuda internacional. Aseguró que el submarino estaba en perfectas condiciones para navegar y pidió no salir a buscar culpables. Prometió que se realizarán las investigaciones necesarias para llegar a la verdad. Junto a él estaba el Ministro de Defensa, quien no habló.

Balbi destacó que la alta preparación y experiencia de los expertos rusos en el salvamento de submarinos averiados que yacen en el fondo marino, así como la capacitación y experiencia de los especialistas locales, brindan esperanzas de que la operación de búsqueda dé resultados positivos. Añadió que el ARA San Juan estaba realizando un patrullaje rutinario, y descartó que cumpliera una misión secreta. Descartó cualquier posibilidad de un presunto ataque.

La juez federal Marta Yáñez de Caleta Olivia, a cargo de la investigación, ratificó lo dicho ayer, cuando habló del secreto de Estado que se maneja en las operaciones del submarino y reconoció que no descarta un ataque extranjero ni una misión de carácter confidencial.

Como se trata de la Armada, que tiene el deber de resguardar la seguridad del mar territorial, puede haber alguna misión de carácter confidencial. No estamos hablando de un particular, que estaba pescando en la milla 2015 o de un barco chino que estaba en el mar argentino, sostuvo la juez en entrevista con radio La Red.

También exigió al Ministerio de Defensa, que encabeza el cuestionado ministro Óscar Aguad, suministrar toda la información vinculada con las operaciones de la embarcación, ya que se intenta reconstruir el recorrido que realizó la nave, desde que salió el lunes de la semana pasada de Ushuaia con rumbo a Mar del Plata.

Luis Tagliapetra, conocido abogado penalista y padre de Alejandro Damián, uno de los 44 tripulantes del submarino, subrayó las contradicciones en el caso. Recordó que un jefe de la Marina que le dio el pésame le explicó que debido a una gran acumulación de hidrógeno, producida por la sulfatación de la batería, una chispa pudo haber producido la explosión. Tagliapetra dijo que esto es difícil de creer, pues ello implicaría una falta de profesionalismo de los que estaban a cargo, una falla en los instrumentos que no detectaron el hidrógieno. Destacó que los tripulantes estaban muy bien preparados.

Consideró que la explosión o implosión fue a las 10:45. Tres horas después de la última comunicación, en tres horas a cinco nudos, el submarino tuvo que haber recorrido 15 millas y no 30, lo cual implica que el capitán tuvo que haber doblado la velocidad, desobedeciendo la orden. Algo muy improbable, imposible, aseveró.

Criticó la desatención de políticos y la Marina en general. “Estamos mal, destruidos. Ayer fue un día terrible. Nos dijeron que el submarino había sufrido una implosión y que, por añadidura, estaban todos muertos. El jefe de la base me dio directamente el pésame. Me comentó que mi hijo era un gran marino. ‘Era’, me dijo”.

El caso Maldonado

Ayer se conoció el resultado de la autopsia al cuerpo de Santiago Maldonado, el joven que estuvo desaparecido 80 días en Esquel, Chubut. La familia confirmó en un comunicado que se les informó que la causa de la muerte fue asfixia por sumersión, a la que coadyuvó un cuadro de hipotermia. Añadieron que se estimó el tiempo de sumersión del cuerpo en las aguas por tres métodos diferentes: el primero cálculo es que el cuerpo estuvo más de 53 días en el agua; el segundo más de 60, y el tercero más de 73. A pesar de esos datos ratificaron que la verdad de cómo, cuándo y dónde falleció Santiago aún se desconoce. Por eso continuaremos exigiendo una investigación imparcial, independiente, efectiva y exhaustiva, sostuvieron los familiares.

Hace falta avanzar para averiguar cuáles fueron las circunstancias que derivaron en la desaparición y muerte de Santiago. El juez Gustavo Lleral dispuso nuevas medidas de prueba que se llevarán a cabo en las próximas semanas sobre la certeza de que el primero de agosto pasado hubo una brutal represión por parte de gendarmería, conducida y apoyada por las autoridades políticas.