El blindaje de los programas sociales y el cuestionamiento a las cifras oficiales relativas al combate a la pobreza, marcaron la comparecencia del titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Luis Miranda, en la Cámara de Diputados.

El funcionario acudió a San Lázaro para encontrarse con las comisiones unidas de Desarrollo Social y Fomento Cooperativo –en el marco de la glosa del quinto Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto– donde se comprometió a blindar los programas sociales durante el proceso electoral de 2018.

En su exposición adujo que el porcentaje de la población en pobreza está en su nivel más bajo desde 2010; las seis carencias que mide el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) están en sus valores mínimos; en esta administración 2.2 millones de personas dejaron atrás la pobreza extrema, mientras la alimentaria, objetivo de la Cruzada Nacional contra el Hambre, se redujo en 1.9 millones de habitantes; 4.5 millones de mexicanos ya no son pobres y tampoco son vulnerables.

Ante tal escenario, la diputada María Elida Castelán (PRD) replicó que lastimosamente la aplicación que tienen los programas son usos con fines electorales, donde siguen la lógica de condicionar el voto por un apoyo.

Ante esa interrogante, Miranda se comprometió y expuso su visión sobre un tema tan relevante, porque “efectivamente, tenemos que blindar electoralmente a los comicios como los que se avecinan el próximo año… a lo que sí me puedo comprometer en este momento, y lo hago abiertamente, es a sentarme con ustedes en una reunión conjunta con quienes sus coordinadores así lo determinen, para blindar la elección próxima de 2018, tanto a escala federal como en los estados que tienen participación.

Queda muy claro que el votante ya no es la persona que pensábamos o que suponían que por un programa social dado por cualquier persona o institución se ve comprometido a entregar o dar su voto. Por el contrario, hoy las personas en la medida en que crece su educación, su bienestar social y económico, tiene la capacidad para decidir de manera muy imparcial y definitiva hacia dónde va su elección.

La presidenta de la Comisión de Seguridad Social, Araceli Damián, reprochó la información proporcionada por el funcionario. “En Morena no compartimos su visión de la pobreza. La estrategia contra ésta se basa en programas clientelares que son utilizados para cada elección, no nos podemos hacer de la vista gorda.

No aprobamos el Presupuesto de Egresos los legisldores de Morena porque no está prioritariamente destinado a quienes más los necesitan; por ejemplo, el gasto para el Ramo 20 de redujo 20 por ciento, su oficina recibió un aumento de 30 por ciento y la cartera responsable de comunicación social 10 por ciento.