El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, al hablar sobre los resultados de la investigación de los Papeles del Paraíso, que involucra a empresarios, políticos y empresas que han transferido fuertes sumas de dinero a países considerados como paraísos fiscales, afirmó que tener dinero fuera no quiere decir que se cometa un ilícito, lo que sí es tenerlo fuera como una práctica de evasión fiscal.

Después de las revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, el funcionario aseguró que una de las obligaciones más importantes que tiene un mexicano es el contribuir con el gasto público, por lo que se investigará.

“Me parece que eso tiene una contrapartida, y la contrapartida es que a nadie podemos pedirle un peso más de lo que está obligado a pagar, pero a nadie debemos de tolerarle que pague un peso menos.

Eso es parte un poco del contrato social, parte de lo que implica ser mexicano; debemos cumplir con nuestras obligaciones puntualmente, que con eso demos apoyo al gasto público, y eso en parte también implica que desde el gobierno no le podamos pedir un peso más a nadie, y que cuando lo hagamos debe deslindarse cualquier responsabilidad. Pero el que no cumplió con la obligación también tiene que enfrentar consecuencias.

El titular de la SHCP insistió: “hay que averiguar. Lo hemos hecho en los otros casos y hemos encontrado, en la mayor parte de ellos, que eran recursos que se habían declarado y que habían pagado impuestos.

Por eso es importante esa información. De hecho, por eso tiene sentido que haya secreto fiscal y que éste se cuide, porque es información que nos dan los contribuyentes a fuerza, no es que voluntariamente nos estén cediendo sus datos para que nosotros podamos hacer análisis.

José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito PúblicoFoto Carlos Ramos Mamahua

En una entrevista radiofónica, Meade Kuribreña destacó que “hoy, en tiempo real, la capacidad que tiene el Servicio de Administración Tributaria de cerrar espacios a la impunidad, a la corrupción y a la evasión, es mucho mayor.

Es un cambio en la forma de ver la información, en la forma de trabajarla y de analizarla, y nos va a ayudar a que estemos ciertos de que se están cumpliendo las obligaciones tributarias, dijo.

Recordó que hace seis años “tuvimos aquí la cumbre del G-20, nos visitaron 19 países y platicamos sobre qué valía la pena poner en la agenda. Entonces pensamos que había un tema que se oía muy raro en esa época, que era que teníamos que ponernos de acuerdo entre todos los países para evitar una práctica que se conoce como la erosión de la base, o mover las utilidades a una jurisdicción tributaria en donde te cobren menos impuestos. Es una agenda a la que hoy le dicen BEPS, Base Erosion and Profit Shifting.

“Hace seis años México planteó en el G-20 que a ese punto de la agenda tenemos que entrarle, y hace seis años el mundo, en términos fiscales, funcionaba de tal suerte que teníamos que pedir información tributaria de cada contribuyente, uno por uno; teníamos que pedir permiso a un juez. En la jurisdicción que pedíamos, el permiso tenía también que revisar los méritos de cada solicitud y después hacerlo, y en algunos casos nos mandaban la información.

De seis años para acá esto ha cambiado mucho, tenemos intercambio de información en automático, a partir de estos días nos va a empezar a llegar información de los intereses que devengan mexicanos en otras jurisdicciones financieras. Y eso permite que esta información vaya fluyendo para que tengamos mejores elementos de fiscalización, concluyó.