La Paz, BCS.

La lucha entre grupos del crimen organizado por el control de territorios para el tránsito y venta de drogas rompió con la tranquilidad de Baja California Sur, que de ser uno de los estados más pacíficos del país se convirtió en uno de los más violentos por número de asesinatos.

Durante los primeros 10 meses de 2017 se cometieron 516 homicidios dolosos, según el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública y la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). La mayoría de los asesinatos fueron perpetrados por grupos criminales en los municipios de La Paz y Los Cabos, principales destinos turísticos.

Sólo en octubre se documentaron 115 asesinatos, cifra récord para un mes.

El 31 de julio de 2014, tres ejecuciones en la carretera La Paz-Los Planes marcaron el inicio de un conflicto que ha cobrado la vida de cientos de personas presuntamente ligadas a la delincuencia organizada y de algunas víctimas inocentes.

Desde entonces la escalada de asesinatos no ha parado. En 2014 se cometieron 84 asesinatos; en 2015, 175, y en 2016, 225.

Las ejecuciones se concentraron en La Paz, pero este año dejaron de ser casos aislados en Los Cabos, donde se perpetraron la mayoría de los homicidios de enero y octubre, sobre todo en colonias de San José del Cabo.

Esta violencia contrasta con la tranquilidad de que gozaba Baja California Sur hasta mediados de 2014, a pesar de tener por vecinos a Baja California y Sinaloa, donde operan desde hace décadas poderosos cárteles de la droga.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2013 se perpetraron 42 asesinatos; en 2012, 34; en 2011, 39; en 2010, 50; en 2009, 31; en 2008, 36; y en 2007, 31.

Con una de las tasas de inmigración más altas del país, un alto porcentaje de las víctimas de ejecuciones en Baja California Sur son de origen foráneo.

En noviembre de 2016 en La Paz, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que el gobernador, Carlos Mendoza Davis, quien inició su gestión en septiembre de 2015, recibió una policía sin capacitación ni certificación y carecía de una agencia antisecuestros. Parecía que no pasaba nada y que nunca iba a pasar nada, dijo.

Ese mes, Mendoza Davis anunció el programa integral de prevención y reforzamiento de la seguridad pública Vivir en Paz, con un paquete económico de 480 millones de pesos.

Además se intensificó la llegada de militares al estado y se solicitó el apoyo de la Policía Federal y la Gendarmería, en parte para cubrir temporalmente los vacíos dejados por 300 policías expulsados de las corporaciones estatal y municipales por no aprobar los exámenes de control de confianza.

El procurador del estado, Erasmo Palemón Alamilla, explicó que hay más de mil efectivos de las fuerzas armadas desplegados en los cinco municipios del estado.

Dijo que se avanza en la formación de policías confiables y se apuesta por la prevención del delito por medio del programa Vivir en Paz, que incluye recorridos por todo el estado para alentar una cultura que disuada a la sociedad sudcaliforniana de participar en las actividades delictivas.

Ha habido una inversión importante en la compra de equipo, de tecnología. Hay más de 1200 cámaras de videovigilancia instaladas en La Paz y Los Cabos, agregó.

El procurador dijo que si bien se ha cometido un número de ejecuciones sin precedente en el estado, también ha habido detenciones y decomisos y pronto habrá sentencias ejemplares.

En octubre, el gobernador Carlos Mendoza entregó al Ejército Mexicano instalaciones militares en Loreto, anunció la construcción de bases en La Paz y la creación de la Academia de Policía.

En ese acto, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, dijo que las fuerzas armadas seguirán trabajando de cerca con el gobierno de Baja California Sur porque es confiable.

El estado apuesta claramente por el apoyo federal y la militarización de mandos policiacos en los municipios más conflictivos, pero los tiroteos y asesinatos aún retan a la autoridad.

El repudio a la violencia y el reclamo por que regrese la tranquilidad al estado crecen en las redes sociales. Dos marchas poco concurridas en los municipios de La Paz y Los Cabos, a raíz de la muerte de inocentes, rompieron hace poco el silencio en las calles.

Según las autoridades estatales de turismo, la violencia no ha afectado la llegada de paseantes ni de inversiones. El número de pasajeros vía aérea y la ocupación hotelera siguen a la alza, mientras se construyen 5 mil nuevos cuartos de hotel en Los Cabos.

Entre las víctimas de esta guerra entre narcos no hay turistas extranjeros, pero el Departamento de Estado de Estados Unidos repitió este año su alerta de viaje para las ciudades de La Paz y Los Cabos, que, de acuerdo con la Asociación de Hoteles, ya provocó la cancelación de 35 mil reservaciones en meses recientes.

A su vez, la firma de asesoría Realty Word señaló que Baja California Sur es la entidad mexicana con mayor desplome en la colocación de propiedades. La venta de casas cayó 47 por ciento, precisó.