Restará competitividad a inversiones en el país, advierte Banorte-Ixe
Domingo 5 de noviembre de 2017, p. 15
La propuesta de reforma fiscal que el Congreso de Estados Unidos presentó esta semana y que incluye un recorte de impuestos a corporativos aplicable a partir del próximo año, podría resultar más negativa que la propia negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sobre todo porque su posible aprobación y aplicación llegaría en un momento complicado para México, en vísperas de las elecciones de 2018
, estimaron analistas financieros de Banorte-Ixe.
Detallaron que la reducción del impuesto corporativo, así como la transición a un sistema impositivo territorial podría tener un efecto adverso sobre las inversiones en México.
En su estudio semanal, el director general adjunto de análisis económico y bursátil de Banorte, Gabriel Casillas, y la directora ejecutiva de análisis y estrategia, Delia Paredes, explicaron que actualmente una empresa que declara sus impuestos en Estados Unidos y que tiene una subsidiaria en México, paga la tasa de impuesto sobre la renta (ISR) corporativo en México de alrededor de 30 por ciento.
Asumiendo la tasa corporativa actual en Estados Unidos de 35 por ciento, la empresa puede acreditar el pago de impuestos en México al 100 por ciento, por los tratados de no doble tributación
.
Sin embargo, advirtieron que esto “no sería lo mismo si la tasa de ISR en Estados Unidos bajara a 20 por ciento, pues en ese caso, la empresa sólo podría acreditar impuestos pagados en México hasta por una tasa de 20 por ciento, siendo que pagó a una tasa de 30 por ciento, lo que restaría competitividad a las inversiones en nuestro país.
La Cámara de Representantes presentó el jueves el proyecto de ley de reforma fiscal, propuesta que llegó después de que la semana pasada se lograra un acuerdo en esa misma instancia de que el proyecto fiscal tendría que contemplar un aumento del déficit en solamente 1.5 billones de dólares en los próximos 10 años.
Los analistas de Banorte confiaron en que dicha propuesta se discuta en los próximos días para luego ser enviada al Senado, en donde solamente se requerirán 50 votos, siendo el voto del vicepresidente Pence requerido para el desempate.
La propuesta republicana también destaca la transición a un sistema impositivo territorial y cambios en los impuestos sobre las herencias; crea un nivel máximo para el tratamiento fiscal que se da a los dueños de empresas pequeñas y medianas, de 25 por ciento del ingreso sujeto a reglas antiabuso; permite la depreciación de la inversión de capital de corto plazo –como es el gasto en maquinaria y equipo–, por cinco años; entre otras medidas.
Según los especialistas, una posible respuesta de México sería hacer una reforma fiscal en el país, aunque estiman que actualmente no existen condiciones para reducir el ISR corporativo
.
No obstante, detallaron que dicha reforma podría ser una vía para aplicar el impuesto al valor agregado (IVA) a alimentos y medicinas, aumentar la base de contribuyentes y eventualmente reducir la tasa del ISR corporativo con el fin de impulsar la inversión.
Desafortunadamente, esta reforma llega en un momento complicado para México, justo en la víspera de la elección de 2018
, puntualizaron.