Domingo 5 de noviembre de 2017, p. a16
Del miedo al deseo
El destacado narrador y ensayista mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), reconocido por ser parte del llamado boom de la novela hispanoamericana y ganador del Premio Cervantes de Literatura en 1987, publicó Inquieta compañía en 2004, libro de cuentos que ahora circula en edición de bolsillo del sello Punto de Lectura. En esa misma colección aparece también Instinto de Inez.
Los relatos que integran Inquieta compañía son: El amante del teatro, La gata de mi madre, La buena compañía, Calixta Brand, La Bella Durmiente y Vlad.
Las sensaciones que el autor provoca con Inquieta compañía van del miedo al deseo, de una manera moderna y humana. Sus personajes otorgan el carácter de cada narración, por ejemplo, en algunos cuentos los mexicanismos se trasladan a Europa y nos muestra a un mexicano enamorado del cine y el teatro en Londres, o a un francés perdido en México.
En otros casos, Carlos Fuentes da su toque personal y latinoamericano a historias clásicas como Drácula o La Bella Durmiente, los transforma, los actualiza y el lector quedado maravillado con los giros del también ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1994.
Inquieta compañía combina lo fantástico y el suspenso dentro de una atmósfera antigua y moderna. En los relatos del escritor también hay fluidez y amplitud narrativa, pues cada cuento es una historia rica en descripciones y en personajes, los cuales, poco a poco, se transforman en esos miedos que cada persona guarda: en un fantasma o un vampiro, seres que en la modernidad son imaginarios o inventados, pero en los cuentos de Fuentes convocan a una realidad porque logran que el lector se adentre a la historia y sienta desesperación junto a ellos, o bien se haga preguntas y dude de lo que es real.
Este libro de cuentos de Fuentes tiene giros inesperados. Una historia sencilla toma un camino distinto y logra que el lector permanezca leyendo cada palabra, hasta un punto en el que ese temor que se lleva dentro pareciera que va a cobrar vida.
Inquieta compañía recupera motivos de escritura afamados por la literatura fantástica, con mucho apego a la tradición, como Carlos Fuentes explicó alguna vez.
El autor de Aura postulaba que en la literatura no hay creación que no se apoye en la tradición, y que a su vez no hay tradición que viva sin el aporte de una nueva creación, sobre todo cuando entramos al terreno de la literatura fantástica, donde se originan las narraciones más antiguas.
Inquieta compañía es un resultado innovador donde los personajes plantean necesidades humanas que configuran las relaciones y la compañía.
Fuentes se sirvió de materiales mexicanos, así como temas populares para crear estos relatos, que al leerlos se convierten en anécdotas, mitos universales con el sello nacional. De una forma divertida y brillante, el escritor retrata también paisajes de México y sus habitantes, con historias cotidianas que se transforman en la inquieta compañía que leemos.
Música y pasión en un idilio imposible
Respecto del libro Instinto de Inez, obra publicada en 2001, Fuentes mezcla música y pasión para narrar la relación ente Gabriel Atlan-Ferrara, director de orquesta, e Inez Prada, cantante de ópera.
El autor presentó en ese año Instinto de Inez en el Círculo de Bellas Artes en Madrid, donde dijo que escuchar música es como oír el origen de todo
. En este libro la música es la génesis del romance.
El personaje de Gabriel Atlan-Ferrara recuerda durante su vejez los encuentros que tuvo con la cantante a lo largo de su vida: el primero se dio en Londres, en 1940, cuando Gabriel escucha por primera vez la voz de Inez durante un ensayo.
Nueve años después se vuelven a ver en la Ciudad de México, donde se dan cuenta de lo mucho que han cambiado. Por último, en 1967 se rencuentran en Londres.
El ensayista y poeta Andrés Sánchez Robayna, al presentar el libro, lo calificó de novela espléndida, excepcional y de fondo filosófico
.
El lector se encuentra con una historia de amor imposible donde se cruzan la memoria, la música y el paso del tiempo.