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La construcción de un edificio de departamentos destruye el paisaje del sitio prehispánico

Llaman a preservar entorno de la zona arqueológica de Cuicuilco

Vecinos han defendido el lugar en el pasado de otras obras violatorias de la Carta de Venecia

En 2012 se protestó por un espectacular que daba la impresión de estar encima de la pirámide

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Aunque la Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios, a la cual México está adscrita, protege las zonas arqueológicas de construcciones o elementos que alteren el entorno visual, alrededor de Cuicuilco se permite la edificación de inmuebles que rompen con el paisaje

Foto Jesusa Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de noviembre de 2017, p. 2

La actriz, directora teatral y activista Jesusa Rodríguez hizo un llamado a las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que tomen cartas en el asunto con respecto a lo que ella considera la destrucción del entorno visual que sufre la zona arqueológica de Cuicuilco, al sur de la Ciudad de México.

Desde hace unos meses, informó, se construye sobre Periférico un edificio de departamentos (Be Grand Alto Pedregal), lo cual rompe con las visuales del sitio prehispánico. Esta situación, asegura, violenta lo establecido en la Carta de Venecia (denominada también Carta Internacional para la Conserva-ción y Restauración de Monumentos y Sitios), a la cual México está adscrita desde 1964.

En el artículo seis de ese acuerdo se establece, entre otras cosas, que la conservación de un monumento implica la de un marco a su escala. Cuando el marco tradicional subsiste, éste será conservado, y toda construcción nueva, toda destrucción y cualquier arreglo que pudiera alterar las relaciones entre los volúmenes y los colores, será desechada.

Daños que no paran

Los años recientes, añadió Rodríguez, los grupos inmobiliarios y las plazas comerciales en la zona han hecho una labor de destrucción brutal. Todo comenzó con la construcción de la Plaza Cuicuilco y la torre Telmex, y no han parado.

En 1997, Jesusa encabezó la defensa de la zona arqueológica de Cuicuico, cuando grupo Carso anunció la construcción de su complejo comercial.

Entonces, la activista exigió que para proteger los vestigios prehispánicos de uno de los asentamientos más importantes de la cuenca del valle de México, era necesaria la voluntad política de las autoridades del Departamento del Distrito Federal, el INAH y el gobierno federal.

A la irritación se sumaron vecinos, estudiantes, intelectuales, académicos y profesionales, como se documentó en estas páginas. Pero el proyecto se llevó a cabo. No obstante, el edificio de 22 pisos diseñado por Teodoro González de León ya no se construyó, edificándose en cambio uno de ocho pisos, “que afectó visual y ecológicamente la zona, como en su momento reconocieron los hijos de Carlos Slim.

“Luego, en 2012, cuando estaba la campaña de Enrique Peña Nieto, también denunciamos un espectacular que se colocó en las inmediaciones, el cual daba la impresión de que estaba encima de la pirámide de Cuicuilco. Era ilegal. La Carta de Venecia especifica con toda claridad algo que el INAH evade, pues las autoridades del instituto argumentan que los anuncios o los edificios no están en la poligonal protegida, pero no se trata de eso.

Por eso apelamos a que se respete la Carta de Venecia, donde se aclara perfectamente que la protección del patrimonio debe incluir su entorno visual. Lo más grave es que se siga destruyendo lo poco que queda de Cuicuilco, reiteró Jesusa.

INAH determinó poligonal

La poligonal que determinó el INAH debe respetarse en torno a Cuicuilco, indicó; está hecha a modo, para no afectar terrenos que de mala forma le arrebató Slim a la viuda de Alberto Lenz, ex dueño de la fábrica de Loreto y Peña Pobre, quien siempre fue muy cuidadoso con los vestigios de Cuicuilco. Toda esta es información está documentada.

De acuerdo con los datos del centro comercial Cuicuilco, también llamado Plaza Inbursa, se trata de una mini ciudad con tiendas de música, ropa, zapaterías, maquillaje, salones de belleza, dentista, jardín de niños, academia de música, restaurantes, cines, servicios telefónicos, y la tan ovacionada Ciudad de los Niños, con una extensión de 14 mil metros cuadrados.

Fue ahí donde en 1845 Guillermo Benfiel fundó una fábrica de papel, de la cual aún queda una de las máquinas empleadas. En abril de 1924 el negocio fue transferido a la sociedad Fábri-ca de Papel de Peña, formada y presidida por Alberto Lenz Adolph, para cuatro años más tarde, en 1928, fusionarse con la fábrica Loreto, bajo la razón social de Fábricas de Papel Loreto y Peña Pobre.

En esos terrenos se encuentran vestigios de uno de los primeros grandes centros cívicos religiosos del llamado Eje Neovolcánico mesoamericano. Cuicuilco fue destruido y abandonado a partir de la erupción del volcán Xitle.

De acuerdo con datos del INAH, se conservan en el sitio ocho de los múltiples edificios religiosos y habitacionales que existieron. Pero los restos del sistema hidráulico que abastecía a la ciudad, fueron destruidos, asegura Jesusa, quien también solicitará a la delegación Tlalpan que impida la operación de un cine al aire libre que se pretende instalar en las inmediaciones de Villa Olímpica, donde existe un basamento prehispánico. Los ataques contra Cuicuilco no han parado, no comprendemos el por qué esas ganas de destruir el patrimonio.