Asedio a Tepoztlán
l pueblo de Tepoztlán continúa bajo amenaza. La construcción de la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla les ha traído sólo muerte y destrucción. Esta semana la tensa calma se rompió con el desalojo del plantón que los pobladores sostenían frente a la presidencia municipal para continuar protestando por este proyecto que amenaza su vida y su cultura.
Sin medir las consecuencias, policías del Mando Único e integrantes de grupos de choque
desalojaron con violencia a quienes protestaban por una obra que nunca fue consultada y que representa la muerte de la diversidad y de la cultura nahua asentada desde siempre en las faldas del Tepozteco.
El uso de la fuerza ha sido desde hace más de cinco años el único instrumento del ayuntamiento y del gobierno estatal que encabeza el inefable Graco Ramírez, quienes ordenaron el despliegue de los elementos armados y su permanencia en la presidencia a cargo de Lauro Salazar. Los policías arremetieron contra hombres, mujeres, niños y ancianos que permanecían en el plantón, se llevaron el acopio destinado a las comunidades afectadas por el temblor y barrieron hasta con la ofrenda dedicada al caricaturista Eduardo del Río García Rius.
El Frente en Defensa de Tepoztlán señaló a Elías Navarrete y al ex edil Gabino Ríos de dirigir a los grupos de choque que enfrentaron a quienes se oponen a la tala de árboles milenarios y a la destrucción de sus centros sagrados. Ambos, acusaron, fueron enviados directamente por el presidente municipal.
La ampliación de la autopista es la base para poner en marcha otros proyectos en la región, pues se trata de ampliar la oferta de las 43 empresas hoteleras, restauranteras y de turismo de aventura que existen tan sólo en este municipio. El problema es que los inversionistas no contemplan que Tepoztlán es mayoritariamente tierra comunal y que con la ampliación de la autopista los poblados de Santa Catarina, San Andrés de la Cal, Ocotitlán, Amatlán, Ecatepec, Jilotepec y Santiago Tepetlapa, quedarán divididos.
Desde esta tierra ancestral que ha sido atacada por conocidos proyectos de muerte, quiero manifestar mi denuncia por la destrucción de las fuentes de vida, la tierra, los árboles, el agua, el aire y nuestra salud que es evidente que nos están destrozando. Quiero pronunciarme en alerta por lo que se ve venir. Llamo a mis compañeras y compañeros concejales y concejalas a estar atentas y a estar atentos para lo que vamos a necesitar. Invito a que vengan a compartir mi sentir de rabia y digna rebeldía en estos momentos difíciles
, señaló hace unos días Osbelia Quiroz González, nahua de 80 años y defensora del territorio tepozteco, integrante del Consejo Indígena de Gobierno (CIG).