Celebrar el Día de Muertos, tradición que se remonta a la época prehispánica y de la cual existen registros en las civilizaciones mexica, maya, purépecha y totonaca, es una de las festividades que desde hace 30 años acoge la Universidad del Claustro de Sor Juana, pues dedica su monumental altar de muertos a la Décima Musa.

Este es un altar de ambiente, donde todo es diferente, que alude a la canción El Noa Noa, es una ofrenda que también está dedicada al ídolo Pedro Infante, a quien se conmemora en su 60 aniversario luctuoso; al cantante Juan Gabriel, quien falleció hace un año, y a la coreógrafa y bailarina Amalia Hernández, con motivo del centenario de su natalicio.

Día de Muertos, una fiesta en la que participamos todos

La rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Carmen Beatriz López-Portillo, explicó que desde hace 30 años se diseñan los altares de muertos en esa casa de estudios.

Recordó que el primero lo creó el escenógrafo David Antón y fue un altar monumental dedicado a Sor Juana, pero inspirado en las tradiciones de ofrendas prehispánicas.

“Los altares permiten el diálogo con esta hermosa tradición de los indios originarios. El primer altar era en forma de pirámide que retomaba la obra de Primero sueño, de Sor Juana. Después de varios años de realizarlo, decidimos mostrar algunas de las vocaciones de la Décima Musa, el amor a la palabra, a la música, y sobre arquitectura con algunas figuras como Cervantes o Shakespeare, pero ahora proponemos un diálogo con otros personajes, como Frida Kahlo o María Félix.”

La rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana dijo que este año el monumental altar de muertos no sólo está dedicado a la monja jerónima, también a Amalia Hernández, Pedro Infante, Juan Gabriel y a las víctimas de los sismos del 7 el 19 de septiembre.

La celebración de Día de Muertos es la fiesta que hacemos en el claustro que más me emociona, porque participamos todos: estudiantes, docentes, voluntarios, personas de difusión cultural. Es una fiesta que a todos nos mueve y nos dice algo. Siempre tenemos a nuestros ausentes y quisiéramos verlos bajar y que bailen y nos protejan, añadió Carmen Beatriz López-Portillo.

Sor Juana y Pedro Infante departen en un salón de baile

Este es un altar de ambiente, donde todo es diferente se montó en el auditorio Divino Narciso de esa casa de estudios, recinto de acuerdo con Carmen Beatriz López-Portillo, en los años 30 del siglo pasado fue un salón de baile conocido como el Smyrna Dancing Club.

Para evocar la época de ese espacio de esparcimiento, el monumental altar de muertos es una especie de set de filmación donde la mitad del escenario está en blanco y negro y la otra a color. El público puede ver a Pedro Infante caracterizado como Pepe El Toro, y a Sor Juana departiendo en el salón de baile.

También está El Divo de Juárez, Juan Gabriel, vestido de color morado y con los brazos abiertos; muy cerca se ubica la figura confeccionada en cartón de Amalia Hernández con una hermosa falda y un trío de mariachis que toca al centro, mientras otros personajes bailan.

El ambiente está impregnado por el olor del cempasúchil que sobresale en la ofrenda, así como el pan de muerto y muchas velas encendidas.

A Sor Juana le encantaba la música, era una mujer universal que dialogó con distintos ámbitos del conocimiento: con la palabra, la historia, la arquitectura, la filosofía; era una ávida lectora de los filósofos y todos estos elementos están representados de alguna manera en el altar, detalló la rectora.

El monumental altar de muertos instalado en la Universidad del Claustro de Sor Juana (avenida Izazaga 92, Centro Histórico) se puede visitar de lunes a sábado de 10 a 18 horas; ayer permaneció hasta las 23 horas, y por única ocasión, este domingo el recinto estará abierto de 10 a 14 horas.

La exhibición de Este es un altar de ambiente, donde todo es diferente concluirá el sábado 18 de noviembre. La entrada es libre.